Cuando todo estaba listo para una muestra de acercamiento entre Estados Unidos y China, las principales potencias globales, un nuevo suceso -quizás irónico- congeló nuevamente los avances.
Un globo chino de alta tecnología, supuestamente para fines meteorológicos para unos y espía para otros, fue visto flotar por la costa oeste de Estados Unidos durante el fin de semana.
Este suceso disparó los dimes y diretes entre las partes que se preparaban para recibir la visita en Pekín del secretario de Estado, Anthony Blinken, un viaje esperado por años que seguirá sin concretarse por lo pronto.
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El globo finalmente fue derribado este domingo por maniobras de ataque de un F-22 Raptor, lo que ocasionó fuertes reclamos de parte del gigante asiático, ante lo que consideró un abuso y exageración por parte de las autoridades estadounidenses.
“La decisión de Biden de derribarlo pone en jaque un acercamiento entre Estados Unidos y China que había estado en proceso desde que Biden y Xi Jinping tuvieron una conversación mejor de lo esperado en la cumbre del G-20 en Bali en noviembre pasado”, recordó la agencia Gzero del politólogo Ian Bremer, en un boletín de prensa.
En la publicación sostienen que esta es una crisis que se puede superar, ya que a China no le interesa intensificar las -de por sí- complicadas relaciones con Estados Unidos.
Toda vez que, para el analista, Pekín ya sabe cómo podría reaccionar Washington en caso de un ataque malintencionado.
Alejandro Bohórquez-Keeney, docente de planta de la Universidad Externado, coincide con esta posición, ya que de por sí estas relaciones no son nada fáciles.
“Simplemente va a ser como otro de los tantos asuntos. Con China (los diálogos) siempre van a ser complejos, llenos de tensión y esto forma parte de eso”, expresó Bohórquez-Keeny.
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Para el docente, Estados Unidos pudo pecar de nerviosismo con el ataque al globo chino.
Mientras tanto, Luis Alberto Villamarín, analista de política internacional recordó que las relaciones entre Estados Unidos y China “vienen siendo afectadas por varios aspectos geopolíticos, militares, de derechos humanos y con especial énfasis en el espionaje militar, industrial, diplomático, comercial”, entre otros.
¿Qué puede pasar tras el derribo del globo?
Arun Iyer, colaborador para el Atlantic Council y miembro del Scowcroft Center para la Defensa, plantea tres posibles escenarios para responder a la pregunta de qué va a pasar ahora tras el derribo del globo.
Para el experto, el primer escenario radica en la recuperación de los residuos del globo por parte de las partes de inteligencia y contrainteligencia de Estados Unidos y refutar la versión china de que se trataba de un globo con fines meteorológicos.
También puede mandar señales a China sobre las consecuencias militares de posibles acciones sobre Taiwán o sobre aspectos discutidos en la región del Asia-Pacífico.
Por último, esto puede representar un impulso para Estados Unidos en su dinámica de señalamiento del robo de datos por parte de China por parte de empresas como Huawei o la plataforma TikTok, entre otras.
