Entrevista | Persecución de conductas anticompetitivas, impulsor del crecimiento económico: Felipe Serrano, socio de Serrano Martínez CMA

El experto expone que las empresas deben asumir la libre competencia como una oportunidad para fortalecer su sostenibilidad y reputación.

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Las concentraciones de mercado y los acuerdos entre competidores han cobrado una relevancia especial en el contexto económico colombiano, en la medida en que las decisiones de las autoridades de competencia comienzan a marcar el rumbo de los sectores más dinámicos del país.

Dentro de ese contexto, Felipe Serrano, socio de Serrano Martínez CMA, conversó con Valora Analitik, destacando que la persecución de conductas anticompetitivas es uno de los mayores impulsores del crecimiento económico, y enfatizando que las empresas deben asumir la libre competencia, no como una carga regulatoria, sino como una oportunidad para fortalecer su sostenibilidad y reputación.

Hablando de concentraciones de mercado y acuerdos entre competidores, ¿hasta que punto estas decisiones de las autoridades marcarán el rumbo de los sectores más dinámicos de la economía durante los próximos años?

La persecución de conductas anticompetitivas, de acuerdo con lo que dice la literatura y lo que dicen los estudios, es uno de los mayores impulsores del crecimiento económico.

Lo que han encontrado distintos economistas es que cuando los mercados y las industrias son muy rivales, tienden a ser las más competitivas dentro de una jurisdicción. La razón es porque donde hay presión competitiva, hay incentivo para innovar, reducir costos, trasladar beneficios a los consumidores, concentrarse en ciertos sectores, industrias, productos, entre otros.

En ese sentido, una autoridad de competencia que persiga fuertemente los carteles y los abusos de la posición de dominio, tiende a ser un factor en ese incentivo de rivalidad por los mercados.

Cuando uno ve autoridades que investigan este tipo de conductas, eso se inclina a beneficiar no solo a los consumidores, sino también a los competidores de ese sector que se comportan de manera adecuada.

Nosotros una de las actividades más fuertes que hacemos es ayudar a las empresas a cumplir con esas normas de libre competencia. Dependiendo de las distintas posiciones o de los sectores donde estén, analizar cómo están realizando sus movidas en el mercado y a verificar que efectivamente estén en línea con esas normas libre competencia.

Basándose en su experiencia, ¿están lista las empresas para revisar este tema de prácticas comerciales, anticiparse a riesgos de acuerdos restrictivos o posición dominante?

Muchas empresas, independiente del tamaño, están adecuadas y son sofisticadas en materia libre competencia; otras no lo están.

Felipe Serrano, socio de Serrano Martínez CMA interna
«Nosotros una de las actividades más fuertes que hacemos es ayudar a las empresas a cumplir con esas normas de libre competencia»: Felipe Serrano. Foto: Serrano Martínez CMA

Lo que uno ve es que a veces desde los órganos directivos hay un verdadero compromiso con la libre competencia y el cumplimiento de estas normas. Pero en ocasiones ese compromiso no baja o hay cosas que no se conocen que dentro de la misma compañía están realizando.

A veces cuando hacemos programas de debida diligencia o revisiones de cumplimiento de normas de competencia, los propios directivos que han estado tradicionalmente comprometidos, se ven sorprendidos por cosas que, si ellos mismos hubieran sabido, estaría censurado.

¿Cómo lograr ese equilibrio entre controlar concentraciones o abusos de posibles posiciones dominantes, pero que no vaya en contra vía de obstaculizar inversiones y desarrollos empresariales?

La autoridad de competencia tiene un buen balance entre la promoción de la inversión y la promoción de la competencia.

De hecho, mucho menos del 1 % de las integraciones empresariales en Colombia son bloqueadas o tienen algún problema en materia de libre competencia.

Ahora, con las que tienen problemas, la autoridad en su legítimo derecho tiene que revisarlas, verificar cómo soluciona para que se permita la integración, pero que se pueda promover la libre competencia.

Quizás uno de los ejemplos más ilustrativos que vio el país en su momento fue cuando la superintendencia aceptó, pero con condiciones, la compra de Terpel a Exxon. En ese sentido, la autoridad puede tener un buen balance entre permitir una transacción por una parte y proteger la libre competencia por otra.

Además, cabe resaltar que cuando se analiza una integración empresarial, se analiza una foto y te da dan un permiso o no te lo dan, o te lo dan con ciertas condiciones. Ese permiso se mantiene vigente, pero eso no quiere decir que el comportamiento futuro de la entidad no pueda ser revisado vía otras normas de abuso de la posición de dominio.

¿Hasta qué punto están transformando la economía colombiana estas concentraciones empresariales?

Depende mucho de la industria porque hay algunas que son dinámicas y otras que tienden a ser más estáticas.

Si uno mira el mercado por ejemplo de teléfonos celulares, en 2005 tenían un Nokia, en 2010 un BlackBerry y en 2015 un Apple, Huawei o Samsung. En su momento cada uno de ellos era líder.

Sin embargo, terminaron siendo víctimas en el buen sentido de la palabra de la innovación y de la competencia. Lo mismo pasa en otros sectores como con las plataformas de entretenimiento.  

Y eso lo que muestra es dinamismo. Hay otros sectores que tienden a ser más lentos o establecidos. En esos es donde hay que tener especial cuidado con las concentraciones empresariales.

De los casos recientes de sanciones por estas prácticas restrictivas, ¿Cuál considera que son esas lecciones que pueden aprender las empresas?

Las empresas tienen, en materia libre de competencia, que revisar constantemente sus políticas, y no solamente desde el punto de vista directivo, sino cómo funcionan en la práctica.

En ese segundo es donde uno mira que quizá las personas, por no tener suficiente conocimiento de la política de la compañía, cometen prácticas que terminan siendo sancionadas por las autoridades de competencia.

En los casos de la SIC, cuando uno mira los correos electrónicos, en ocasiones son correos de personas que seguramente no habían tenido una formación en materia de libre y competencia.

Por eso la reflexión es cómo capitalizar ese conocimiento en materia libre de competencia para evitar sanciones que son bien cuantiosas.

Y es que, en algunos casos, el tema de omisión no es una excusa para no ser sancionado en materia libre de competencia. De hecho, las normas en Colombia sancionan no solamente a la empresa, sino también a las personas naturales y a quienes la toleran.

Por ejemplo, estar copiado en un correo electrónico sin que uno no sea la parte activa en esa comunicación puede llevar a la responsabilidad de una persona por el simple hecho de no haber alzado la mano.

¿Estos procesos se manejan exclusivamente en el área jurisdiccional de la superintendencia?

No, pues las prácticas restrictivas de la competencia son manejadas en el área administrativa sancionatoria de la SIC.

La parte jurisdiccional de la superintendencia se encarga de temas de competencia desleal.

¿Cree que hay algunos sectores en particular que podrían enfrentar un mayor seguimiento de parte de la autoridad?

Creo que la superintendencia ha puesto el ojo en muchos sectores, como le corresponde. Quizá uno de sus enfoques ha sido el sector de tecnología, también en materia de licitaciones públicas, financieros, futbol por los acuerdos entre clubes deportivos sobre condiciones laborales y de pagos de los jugadores.

De manera que yo advierto que la superintendencia tiene varios sectores en la mira, incluso ha hecho visitas administrativas en relación con los sectores de energía y gas.

En el caso de esos sectores o compañías de cualquier sector, ¿cómo aprovechar esa esas obligaciones como una ventaja para para generar confianza a sus diversos públicos?

Siempre he pensado que las empresas que tienden a no tenerle miedo a la competencia, en el mediano y largo plazo proyectan a ser muy eficientes y productivos, porque todo el tiempo están enfrentándose a esa rivalidad que los distintos estudios sobre competitividad han identificado como una clave para el crecimiento económico.

Es más, los sectores que normalmente son protegidos pueden ralentizarse y ser poco competitivos. Incluso más que un tema reputacional, es un tema frente a la propia empresa y su sostenibilidad en el mediano largo plazo.

¿Cuáles cree que son los principales retos para garantizar que el país tenga libre competencia en alta concentración de mercado?

El reto más importante es que las autoridades públicas con sus regulaciones promuevan la competencia.

En ocasiones es el propio estado el que limita la competencia, la entrada de extranjeros, locales o les pone costos altos para entrar. Cuando el mercado es rival o no es rival, es porque el propio estado está imponiendo barreras o está estableciendo beneficios para algunas empresas particulares

Un primer reto es que el país se pregunte qué regulaciones tenemos que son protegidas de sectores que no deberían estar protegidos. La segunda es que la autoridad cuente con herramientas importantes para investigar y sancionar, otorgando, por supuesto, garantías procesales a los investigados.

Y la tercera es que, en materia de integraciones empresariales, cuente con un equipo técnico para poder evaluar cuáles son esas operaciones que pueden, en el mediano y en el largo plazo, ser perjudiciales para la economía.

¿Qué pueden esperar los asistentes en el foro de perspectivas económicas en Medellín previo al año electoral?

Será un excelente espacio para debatir sobre los distintos escenarios que pueden ocurrir en el 2026.

Cuenta con personas de altísimas calidades tanto en la parte económica como en la parte política, analizando cuáles son los distintos escenarios electorales, y sobre todo, yo creo que es una herramienta para poder decidir qué hacer y cómo moverse de cara al próximo año en ambos escenarios.