Entrevista | Revolución energética: cómo el sector financiero impulsa el cambio

Visión sobre cómo el sistema financiero puede ser aliado clave para que Colombia logre una transición energética sostenible.

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El sector energético colombiano atraviesa en 2025 un momento de profunda transformación. Existe un delicado balance entre la necesidad de avanzar hacia energías limpias y los desafíos inmediatos de garantizar la seguridad energética del país.

En este contexto, convergen oportunidades únicas de crecimiento verde con retos operativos y financieros que requieren decisiones estratégicas y oportunas para asegurar la competitividad económica y la sostenibilidad del desarrollo.

Juan Carlos Mora, presidente de Bancolombia, comparte su visión sobre cómo el sistema financiero puede ser aliado clave para que Colombia logre una transición energética sostenible, generando bienestar y crecimiento para las regiones.

En la coyuntura actual, ¿cuáles son los desafíos que enfrenta el sector de energías renovables?

Colombia tiene un enorme potencial para el desarrollo de energía solar y otras fuentes renovables, lo que representa una gran ventaja competitiva.

Es cierto que aún existen retos estructurales que limitan su aprovechamiento y en los que tenemos que avanzar, tales como las demoras en licencias ambientales y consultas previas, las limitaciones en la infraestructura de transmisión y capacidad técnica y la incertidumbre regulatoria. Estos factores generan cautela en algunos inversionistas y ralentizan la velocidad de implementación de los proyectos.

Superar estos desafíos abrirá la puerta para que Colombia se consolide como un actor relevante en energías renovables no convencionales, impulsando un desarrollo energético más diversificado, resiliente y sostenible en la próxima década.

 ¿Cuáles son las principales oportunidades que ve en el sector energético?

Estamos en un punto en el que todos los actores —estado, empresas, comunidades y el sector financiero— debemos sumar esfuerzos para avanzar hacia una economía baja en carbono.

El crecimiento de la demanda es evidente: cada vez hay más hogares, empresas y vehículos eléctricos, lo que exige ampliar y fortalecer la capacidad de generación para garantizar una oferta suficiente, confiable y sostenible.

La energía solar juega un rol clave: con corte a junio de 2025, su capacidad instalada creció cerca de 60 % anual, una muestra del dinamismo del sector.

A la par, es fundamental fortalecer la infraestructura de transmisión, para que la energía llegue a todas las regiones, generando empleo, oportunidades locales y bienestar comunitario.

En Bancolombia queremos ser aliados estratégicos en esta transformación, ofreciendo soluciones financieras que impulsen la modernización de la red y permitan que la transición energética sea una realidad para todos.

 ¿Qué tipo de financiamiento demandan hoy las empresas y cómo ha cambiado en los últimos años?

Vemos una alta demanda de financiamiento estructurado a largo plazo, especialmente bajo la modalidad de project finance, ideal para proyectos de energías renovables como plantas solares o pequeñas centrales hidroeléctricas.

Además, ha crecido significativamente la demanda por instrumentos financieros sostenibles, como las líneas de crédito verdes, los bonos vinculados a criterios ambientales y sociales y el financiamiento ESG.

Este cambio refleja una mayor conciencia empresarial sobre el impacto ambiental y la necesidad de cumplir metas de descarbonización, tanto por compromiso propio como por exigencias regulatorias y de mercado.

Para hacer viables estos proyectos, trabajamos de la mano con organismos multilaterales, lo que permite reducir costos de capital y facilitar la expansión del sector en Colombia y la región.

¿Cómo puede la banca impulsar una transición energética justa y sostenible?

Nuestro rol central es canalizar recursos hacia proyectos que generen desarrollo integral. Más allá de la competitividad económica, buscamos que las comunidades sean protagonistas y beneficiarias directas de esta transición.

Por eso impulsamos líneas de financiamiento sostenible con condiciones preferenciales para proyectos que reduzcan emisiones; bonos verdes y blended finance, con respaldo de fondos internacionales y multilaterales y nuevos modelos como el arrendamiento operativo para parques solares, que permite a empresas y comunidades acceder a energía limpia mediante una renta mensual por el uso de la infraestructura.

La transición energética debe ser inclusiva, asegurando que las oportunidades lleguen a las regiones y que el país avance unido hacia un futuro más limpio y próspero.

¿Cuál ha sido el aporte de Bancolombia a la financiación energética en el país?

El compromiso de Bancolombia con este sector es tangible: Nuestra cartera en energía asciende a $11,7 billones, lo que equivale al 40 % de la participación del sector financiero.

Hemos financiado $1,5 billones en proyectos de energías renovables no convencionales, con una capacidad instalada de 1.380 MWp, suficiente para abastecer el consumo de 700.000 hogares.

A 2025, desembolsamos $1,5 billones para energías renovables y $1,4 billones para eficiencia energética a través de nuestra línea sostenible.

Estas cifras reflejan un esfuerzo consistente por contribuir a la descarbonización y a la diversificación de la matriz energética, asegurando un suministro confiable y sostenible.

¿Puede compartir ejemplos concretos que muestren cómo mitigan riesgos y promueven la transición energética?

Dos proyectos emblemáticos muestran cómo la combinación de estructuras financieras sólidas y alianzas estratégicas impulsa el desarrollo sostenible.

Uno es Puerta de Oro en Guaduas, Cundinamarca. Es la planta solar más grande construida en una sola fase en Colombia. Con 358,6 MWp de capacidad instalada. Bancolombia financió el 40 % del proyecto, gestionó riesgos cambiarios y estructuró la operación y hoy beneficia a 390.000 hogares y evita 361.000 toneladas de CO2 anuales.

El otro es Shangri-La en el Tolima. Con 201 MWp de capacidad instalada, suministra energía a 214.000 hogares y evita 162.000 toneladas de CO2. Es un proyecto financiado junto con BID Invest, demostrando confianza en su viabilidad y en su impacto positivo.

Creemos que estos proyectos fortalecen la resiliencia del sistema eléctrico nacional, especialmente durante la temporada seca, y contribuyen a la transición energética del país.

¿Qué iniciativas tienen para llevar energía limpia a comunidades vulnerables?

A través de la Fundación Bancolombia y nuestro Corporate Venture Capital, invertimos en SunColombia, empresa que comparte nuestra visión de desarrollo justo e inclusivo.

Algunos resultados concretos en impacto social son 156 aulas solares interactivas que han fortalecido la educación de 1.200 docentes, el acceso a agua potable segura para 14.000 personas mediante sistemas autosostenibles y la reducción de 59.300 toneladas de CO2, al disminuir el uso de madera y baterías contaminantes.

Estas acciones demuestran que la energía limpia no solo impulsa crecimiento económico, sino que transforma vidas, llevando bienestar a comunidades que históricamente han estado desconectadas.

El sector energético tiene la capacidad de convertirse en motor de equidad y progreso para Colombia. Desde el sistema financiero, tenemos la responsabilidad y la oportunidad de impulsar proyectos que construyan confianza, conecten a las comunidades con nuevas oportunidades y aseguren que la transición energética sea una historia de crecimiento compartido y sostenible para el país.