El gobierno de Estados Unidos decidió detener las negociaciones del acuerdo comercial centrado en tecnología con el Reino Unido.
La interrupción de este proceso —que se llevaba adelante con el objetivo de fortalecer la cooperación en comercio digital, regulación de datos y estándares tecnológicos— se ha presentado en medio de en medio de una situación económica global compleja y tensiones políticas internas en Washington.
El presidente estadounidense Donald Trump y sus principales asesores económicos habrían decidido poner en pausa las negociaciones para reevaluar ciertos aspectos clave del acuerdo, especialmente en lo relativo a la protección de datos, las barreras regulatorias y las condiciones para la transferencia de tecnología entre empresas de los dos países.
Un acuerdo estratégico
Anunciado en septiembre durante la visita de estado de Trump al Reino Unido, el “acuerdo de prosperidad tecnológica” es un acuerdo destinado para fomentar la colaboración entre los países en tecnologías como la inteligencia artificial, la fusión nuclear y la computación cuántica.
De acuerdo con información de CNBC, en ese momento el mandatario estadounidense afirmó que “el acuerdo garantizaría que nuestros países lideraran la próxima gran revolución tecnológica, uno junto al otro”. El primer ministro británico, Keir Starmer, afirmó que el acuerdo representaba un cambio generacional en nuestra relación con Estados Unidos que generaría crecimiento, seguridad y oportunidades en todo el país.
Sin embargo, las conversaciones fueron suspendidas por Estados Unidos la semana pasada.
Para Londres, un acuerdo de este tipo representaba una oportunidad para consolidar el Reino Unido como un centro global de tecnología y servicios digitales post-Brexit, abriendo puertas a inversiones y sinergias con Silicon Valley y otras zonas tecnológicas de Estados Unidos.
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Motivos detrás de la pausa en las negociaciones
Aunque ni Washington ni Londres han emitido declaraciones oficiales detalladas sobre los motivos detrás del alto temporal de las conversaciones, informes de prensa citan varias razones que habrían influido en la decisión de Estados Unidos:
- Presiones regulatorias internas: Legisladores y reguladores estadounidenses han expresado preocupaciones sobre cómo un acuerdo de este tipo podría afectar la soberanía de las normas nacionales, particularmente en torno a la protección de datos personales y la seguridad nacional.
- Dudas sobre la reciprocidad comercial: Algunos analistas en Washington habrían cuestionado si las condiciones propuestas garantizaban un acceso equivalente a los mercados tecnológicos británicos, especialmente en sectores estratégicos como telecomunicaciones y servicios digitales avanzados.
- Contexto geopolítico y económico: En un entorno global marcado por tensiones entre potencias tecnológicas, Estados Unidos podría estar reorientando su estrategia hacia alianzas más amplias (por ejemplo, con la Unión Europea o en foros multilaterales) antes de comprometerse con acuerdos bilaterales específicos en áreas sensibles.
