La calificadora de riesgo Fitch Ratings publicó un informe sobre perspectivas de los proyectos basados en energía y disponibilidad en América Latina para 2024, ¿qué dice el documento?
De acuerdo con Fitch Ratings, la meteorología determinará el rendimiento y la volatilidad de los precios en la región: la perspectiva para 2024 del sector de energía y proyectos basados en disponibilidad en América Latina es neutral.
Fitch Ratings espera que la volatilidad de los precios se modere y el desempeño de las energías renovables se estabilice a medida que los efectos del patrón climático de El Niño se disipen durante 2024, y los precios de los combustibles se estabilicen en un nivel inferior al de 2023.
No obstante, cualquier alteración de los patrones climáticos y el repunte de los precios de los combustibles a la luz de las tensiones geopolíticas podrían perjudicar este escenario.
Las limitaciones de las líneas de transmisión siguen considerándose preocupantes para los ingresos de los proyectos renovables si no se mitigan o abordan adecuadamente mediante políticas públicas.
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Bruno Pahl, senior director de Fitch, aseguró que «los efectos de los fenómenos climáticos El Niño y La Niña han impulsado la volatilidad de los recursos y los precios en la región. Mientras El Niño se disipe en 2024, Fitch considera que los recursos y los precios se mantendrán en gran medida estables durante el año”.
Agregó que “las presiones sobre los costos también deberían moderarse a medida que la inflación y los precios de los combustibles se establezcan en un nivel más bajo en comparación con el año anterior, beneficiando a los proyectos basados en la energía y la disponibilidad”.
Se espera que los proyectos basados en la disponibilidad presenten flujos de caja muy estables, dada la exposición limitada a los riesgos de volumen y precio, las contrapartes de ingresos solventes y la menor presión por el lado de los costes a medida que los niveles de inflación se aproximan a los niveles normales.
Por otro lado, la calificadora de riesgo precisó que ha aumentado el saldo de las perspectivas negativas y las rebajas han superado a las mejoras.
La perspectiva de calificación de los proyectos energéticos es negativa, justificada por las acciones de calificación de los proyectos eólicos brasileños y de los generadores chilenos.
Los peores resultados financieros de las operaciones brasileñas reflejan el impacto de La Niña en los recursos, fallos en equipos clave y mayores costes para recuperar las operaciones. La liquidez de los proyectos chilenos con acuerdos regulados de compra de energía (PPA) se erosionó, dado el programa de estabilización tarifaria establecido en 2019, el aumento de los costos de desacoplamiento y los mayores precios de la energía observados.
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La perspectiva de la calificación de los proyectos basados en la disponibilidad se mantuvo estable, ya que la elevada inflación no ha impuesto fuertes presiones sobre los costes y los ingresos se ajustaron adecuadamente. Asimismo, la calidad crediticia de la contraparte de los ingresos y los retrasos en los pagos se mantuvieron estables.
Finalmente, la entidad expuso en su más reciente informe que los riesgos de cambios normativos y políticos se han reducido, ya que las nuevas administraciones de Brasil, Chile y Colombia siguen apoyando la expansión de las energías renovables.
Las elecciones de México en 2024 abren la posibilidad de cambios en el entorno actual, ya que los candidatos favoritos son entusiastas de la transición energética.
