Dos de las figuras más reconocidas en la negociación del Acuerdo de Paz de 2016, Humberto de la Calle y Sergio Jaramillo, rechazaron enérgicamente el asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, a quien describieron como “la cabeza de la oposición política en Colombia”.
En una carta conjunta divulgada este martes, los exnegociadores calificaron el crimen como “cobarde y doloroso” y lo consideraron “un durísimo golpe” a las garantías políticas pactadas en La Habana. Recordaron que el acuerdo buscaba, entre otros objetivos, romper el vínculo entre armas y política, garantizando el ejercicio seguro de la oposición.
“Siempre dijimos que un principio fundamental del acuerdo era establecer las máximas garantías posibles para el ejercicio de la política y, en particular, para la oposición”, escribieron, subrayando que el Estatuto de Garantías aprobado en 2018 fue diseñado para otorgar derechos como protección, financiación y acceso equitativo a medios de comunicación.
Los exfuncionarios cuestionaron la actitud del presidente Gustavo Petro hacia el Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Política, al que acusaron de ser objeto de “desdén e indiferencia” por parte del Gobierno. También advirtieron que, de confirmarse la responsabilidad de las disidencias de las FARC, en particular la Segunda Marquetalia, se evidenciaría “la terrible equivocación” de sentarse a dialogar con estos grupos sin un marco legal ni propósitos claros.
“La paz y la seguridad son dos caras de una misma moneda”, afirmaron, insistiendo en que el Gobierno debe cumplir su responsabilidad constitucional de proteger a la oposición y a los firmantes del acuerdo, fortalecer las capacidades de inteligencia y no ceder terreno al crimen organizado.
De la Calle y Jaramillo concluyeron su mensaje destacando que Uribe fue “un fiel y brillante opositor, entregado a la cosa pública, y un demócrata” y reiteraron su llamado a que los responsables enfrenten todo el peso de la ley.