Entrevista | Farizon Colombia revela sus apuestas y proyecciones para el mercado de vehículos comerciales eléctricos

Aunque el mercado colombiano de vehículos comerciales eléctricos aún es pequeño, Farizon ingresa porque anticipa un crecimiento acelerado.

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Farizon es la nueva marca de vehículos comerciales que llegó a Colombia, con una propuesta centrada en la transformación de la movilidad eléctrica para posicionarse como referente en nuevas energías.

Así lo contó Carlos Urrego, gerente comercial de Farizon Colombia en conversación con Valora Analitik, explicando que esta marca, que hace parte del Grupo Geely, empezó a ser importada y distribuida por el Grupo Vardí, que anteriormente contaba con una línea de vehículos comerciales.

En ese momento aparece Farizon, que cuenta con una amplitud de productos. “Eso nos da tranquilidad, poder decirles a las personas que la van que presentamos acá es fabricada por la misma marca que produce tractocamiones y buses articulados”, señaló Urrego.

Y es que, aunque el mercado colombiano de vehículos comerciales eléctricos aún es pequeño, Farizon y el Grupo Vardí están entrando ahora porque anticipan un crecimiento acelerado.

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¿Cuáles son las apuestas de Farizon Colombia?

El gerente comercial mencionó que la apuesta inicial está en las vans de reparto de una tonelada y en la denominada Super Van, un modelo de formato europeo pensado para logística de mayor alcance, ambulancias o transporte corporativo.

A este portafolio se suma un camión de ocho toneladas totalmente eléctrico. Sin embargo, la marca no descarta participar en otros segmentos según surjan oportunidades: desde logística urbana hasta eventuales licitaciones en sistemas masivos como Transmilenio, el MIO o Transcaribe.

“Con la amplitud de portafolio que tenemos, podemos tomar cualquier oportunidad que veamos de entrar desde esta línea comercial en el país. Si el sistema masivo de transporte es una oportunidad, nosotros buscaremos que Farizon empieza a participar en ella”, anotó Urrego.

Por otra parte, uno de los argumentos centrales para impulsar esta transición a vehículos eléctricos está en los costos operativos. Para pequeños y medianos emprendedores, pasar a un vehículo de este tipo puede significar un ahorro cercano al 60 % en combustible, además de permitir estructurar gastos a través de pagos mensuales de energía, algo que no es posible con combustibles fósiles.

A eso se suma un equipamiento superior y una experiencia de conducción más cómoda.

Sobre la infraestructura de carga, el ejecutivo reconoce que este es uno de los mayores temores del mercado. Por esa razón, el Grupo Vardí incluye puntos de carga gratuitos para sus clientes en los concesionarios, pero con Farizon van más allá: acompañan al cliente en la estructuración completa del proyecto de carga, asesoran en las necesidades operaciones de energía, trabajan con aliados técnicos e incluso aportan económicamente a la instalación en el caso de los camiones de ocho toneladas.

En cuanto a autonomías, la marca ofrece rangos entre 210 kilómetros y 420 kilómetros, aunque Urrego insiste en que la autonomía se debe analizar según cada operación, pues muchas rutas urbanas no superan los 70 kilómetros diarios y pueden recargarse fácilmente con un wallbox de 7 kW durante la noche.

Precios, garantía y proyecciones de la marca  

Para el rango de precios, empieza la van B6 con $99 millones, le sigue el camión de ocho toneladas desde $169 millones y por último la Super Van que inicia en $204 millones.

“Nosotros como estrategia queremos acercar al cliente a un precio que se parezca a un vehículo comercial de tecnologías tradicionales, es decir, de combustión. Esa brecha de precios que antes se encontraba tan lejana entre un vehículo eléctrico y una combustión la queremos eliminar con Farizon”, enfatizó el gerente comercial.

En garantías, la marca ofrece tres años o 100.000 km para los vehículos y entre cinco y ocho años para las baterías, respaldados por la amplia red posventa del Grupo Vardi, capaz de operar en cualquier ciudad del país.

Para finalizar, Urrego informó que la recepción del público ha superado las expectativas, al punto de que la disponibilidad ya empieza a ajustarse. “Si un cliente llega hoy, tendría que esperar unos dos meses”.

En proyecciones para 2026, la meta es comercializar 180 unidades, más del doble de lo previsto para 2025. Pero más allá del número, el directivo insiste en un propósito mayor: contribuir a transformar las ciudades a través de la movilidad eléctrica y generar operaciones más limpias, eficientes y modernas.