La agencia Fitch Ratings bajó en dos escalones la calificación de Costa Rica, a “B+” desde “BB”, debido a un amplio y persistente déficit fiscal que se suma a importantes necesidades de financiamiento en el corto plazo, pese a una reforma tributaria aprobada en diciembre.
“El limitado aporte de la reforma en el corto plazo y el rápido aumento del pago de intereses (…) mantendrán un déficit fiscal mayor al de sus pares y su endeudamiento en una trayectoria alcista relativamente acelerada”, dijo el reporte.
La agencia también dejó el panorama de Costa Rica en “negativo”.