El fraude de identidad sintética se ha convertido en una de las amenazas más complejas a nivel mundial. Esta práctica, que combina datos reales y falsos para crear identidades aparentemente legítimas, está generando pérdidas multimillonarias para entidades financieras, fintech, compañías de seguros y empresas de telecomunicaciones, entre otras, aumentando el riesgo para los consumidores.
En entrevista con Valora Analitik, Diana Martínez, directora de Soluciones de Fraude de TransUnion para América Latina, explica que “el fraude de identidad sintética ocurre cuando se toman datos reales y se combinan con información inventada o de otras personas para construir una identidad que parece auténtica, pero no lo es”.
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Según Martínez, los defraudadores mezclan datos personales identificables como nombres o documentos de identidad con datos suplementarios falsificados, como correos electrónicos o direcciones laborales, para pasar desapercibidos ante los sistemas de validación.
Cómo funciona el fraude con identidades sintéticas
Este tipo de fraude ha evolucionado gracias al acceso a bases de datos vulneradas, la ingeniería social y el análisis de los procesos de validación de las entidades financieras.
Los delincuentes especializados en fraude digital analizan los procedimientos de autenticación de las empresas, lo que les permite identificar qué información pueden falsificar sin levantar sospechas.
A menudo, acceden a datos personales a través de filtraciones de seguridad o esquemas de ingeniería social, como correos electrónicos fraudulentos (phishing), mensajes de texto engañosos (smishing) o llamadas falsas (vishing).
“Los estafadores entienden cómo funcionan los procesos de autenticación. Prueban información en canales digitales y ajustan su estrategia hasta construir una identidad viable que les permita acceder a productos financieros”, sostuvo la experta.
De acuerdo con el Informe de Fraude Omnicanal de TransUnion, solo en Estados Unidos las identidades sintéticas generaron pérdidas estimadas en más de US$3.000 millones en el primer semestre de 2024.
En América Latina, el fraude también está en aumento. En Colombia, según la Actualización del Informe de Fraude Omnicanal de TransUnion para H1 2025, un 9% de colombianos encuestados reconocieron haber sido víctimas de estafas digitales a través de correo electrónico, llamadas telefónicas o mensajes de texto entre agosto y diciembre de 2024. Un tercio (33%) afirmó saber que intentaron cometerle fraude, pero no cayó en la trampa.
Una historia que ilustra cómo funciona este esquema es la vivida por Alejandro quien relató cómo un familiar fue víctima de una estafa al intentar comprar un carro usado. El vendedor presentó todos los documentos aparentemente en regla: tarjeta de propiedad, historial de mantenimientos e incluso una certificación de levantamiento de prenda. El traspaso se realizó en ese entonces ante la entidad de tránsito y se entregaron $80 millones.
Sin embargo, al recoger la tarjeta de propiedad, se descubrió que el proceso era inválido, ya que la certificación del banco era falsa, el vehículo tenía aún una prenda activa y la cédula del vendedor, aunque coincidía en la fotografía, era completamente falsa.
“Esa identidad había sido construida durante meses, incluso logrando un crédito 100 % financiado con un banco y respaldado por una aseguradora que validaron los documentos. Al final, el estafador vendió un carro que no era suyo, y tanto mi familiar como el banco y la aseguradora quedaron expuestos a asumir los costos”, relató Alejandro.
Martínez subraya que este tipo de fraude también tiene un impacto negativo en los costos financieros. “El costo de estos fraudes se traslada al consumidor, porque las aseguradoras elevan sus primas, los bancos ajustan sus tasas y los comercios endurecen sus políticas. En última instancia, todos pagamos por estos delitos”.
Soluciones para mitigar el fraude
TransUnion ofrece soluciones avanzadas para mitigar el fraude de identidad sintética, tanto para empresas como para consumidores.
Su plataforma TruValidate™ permite a las entidades financieras verificar la identidad de los usuarios para generar alertas tempranas. “Esta plataforma aplica unas reglas de validación de identidad para autenticar al titular en términos de que sea altamente probable que sea quien dice ser, reduciendo significativamente el riesgo de fraude”, explicó Martínez.
Para los consumidores, TransUnion ofrece un servicio gratuito que permite acceder a su actividad crediticia y recibir alertas sobre movimientos sospechosos. “Esta función ayuda a las personas a detectar intentos de fraude y reaccionar rápidamente”, agregó Martínez.
TransUnion ha construido herramientas que se sirven de información alternativa vinculada a fraude y que recoge datos de transacciones sospechosas asociadas a dispositivos como computadores. “Esto ayuda a detectar patrones de fraude en canales digitales y proporciona una capa adicional de protección”, comentó Martínez.
Para protegerse, la experta recomienda a los usuarios monitorear regularmente su historial crediticio, evitar compartir información personal con desconocidos y desconfiar de mensajes o llamadas que soliciten datos sensibles.
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A las empresas, Martínez sugiere implementar estrategias de validación multicapas, combinar validaciones silenciosas con métodos de autenticación más rigurosos como biometría o reconocimiento de dispositivos, y reforzar la detección de patrones anómalos. “Cuantos más atributos podamos verificar, más difícil será para los estafadores suplantar una identidad”, concluyó.