El ministro de Hacienda de Colombia, Germán Ávila, anunció este martes un ambicioso paquete de medidas impositivas adoptadas bajo el decreto de emergencia económica con las que el Gobierno busca recaudar un total de $11,1 billones para atender necesidades urgentes.
Según el jefe de la cartera, esta decisión responde a la desfinanciación del presupuesto nacional, producto de la negativa de un sector del Congreso a aprobar la reforma tributaria, a principios de diciembre, lo que ha generado un “riesgo macroeconómico” y un “desequilibrio fiscal” que se proyecta hasta el año 2026.
Los nuevos impuestos, que empezarán a cobrarse el 1 de enero de 2026, servirán para financiar desde el cumplimiento de pagos en salud (UPC) exigidos por la Corte Constitucional, hasta la inversión en tecnología antidrones para la fuerza pública y la atención de desastres naturales, de acuerdo con Ávila.
Aunque el Gobierno no ha expedido el decreto donde detalla cuáles serán esas medidas, el titular de la cartera de Hacienda explicó varias de ellas en rueda de prensa. Llama la atención que estas coinciden fielmente con las incluidas en el articulado del proyecto de ley de financiamiento, lo que significa que, a pesar de la negativa del Legislativo, se cobrarán nuevos impuestos a los colombianos.
Impuesto al patrimonio con mayor rigor
Una de las piezas centrales de esta «reforma» vía decreto es la modificación del impuesto al patrimonio. El ministro Ávila explicó que el sistema anterior carecía de progresividad, por lo que se han realizado ajustes profundos que le apuntan a que el monto a partir de la cual los colombianos deben empezar a pagar impuesto al patrimonio se reduzca casi a la mitad.
El impuesto ahora aplicará a partir de patrimonios de $2.000 millones (40.000 UVT), cuando el umbral anterior estaba cerca de los $3.600 millones (72.000 UVT), con una tarifa del 0,5 %.
Además, se establece una estructura progresiva que escala hasta un 5 % para aquellos patrimonios que superen los $100.000 millones (2.000.000 UVT), cuando la tarifa máxima hoy por hoy es del 1,5 % y aplica para las 239.000 UVT en adelante.
Esta medida afectará a cerca de 102.000 contribuyentes, lo que representa menos del 1 % de la población del país, y se espera que genere ingresos para la Nación por $1,7 billones.
Vale la pena recordar que, en 2024, 32.397 contribuyentes pagaron el impuesto al patrimonio, es decir, alrededor de 0,5 % de los declarantes del impuesto de renta de personas naturales.
Golpe a los sectores financiero y extractivo
El sector bancario y las empresas de recursos naturales también enfrentarán una carga tributaria significativamente mayor. El ministro señaló que el sector financiero goza de una tarifa efectiva de tributación muy baja (cerca del 19 %) en comparación con otros sectores, debido a diversas exenciones.
Para corregir esto la sobretasa de renta para entidades financieras pasará del 5 % al 15 %, buscando elevar su tarifa efectiva al 24 %.
En cuanto al sector de petróleo y carbón, el Gobierno retomó medidas de propuestas previas, como crear un impuesto especial del 1 % a la primera venta o exportación de estos recursos.
También se decretará la no deducibilidad de las regalías en el cálculo del impuesto de renta para empresas de hidrocarburos, lo que implica acabar con el beneficio tributario que tenían estas empresas. Se trata del segundo intento del Gobierno por hacer el cambio, luego de que una sentencia de la Corte Constitucional (C-489 de 2023) declarara su inconstitucionalidad tras ser incluido en la reforma tributaria de 2022.
Nuevas tarifas en IVA e impoconsumo
El paquete de emergencia incluye ajustes en el consumo diario y servicios específicos, bajo una lógica de «impuestos saludables» y de lujo.
Así, el IVA para bebidas con alto contenido alcohólico (aguardiente, ron, whisky, etc.) subirá del 5 % al 19 %. La cerveza fue excluida de este incremento por su alto consumo social.
Del mismo modo, se establece una tarifa permanente del 19 % de IVA para los juegos de suerte y azar en línea, calculada sobre el ingreso neto, tras descontar los premios.
También aumentará el impuesto al consumo para productos de lujo del 16 % al 19 %, así como para los licores y el tabaco con el fin de desestimular el consumo de productos que, cuando se usan en exceso, tienen un impacto negativo y significativo en la salud pública, de acuerdo con el funcionario.
Estas modificaciones forman parte de un bloque de medidas destinadas a garantizar aproximadamente $3,2 billones adicionales para el presupuesto nacional.
Por otra parte, el decreto busca reducir la exclusión del IVA para compras de bajo monto por plataformas digitales internacionales, como Temu, Amazon o Shein; ahora, los paquetes que superen los US$50 deberán tributar al entrar al país, antes se cobraban impuestos a partir de US$200.
Finalmente, se incrementará al 19 % la tarifa para la normalización tributaria de activos no declarados.
Otras medidas de liquidez
Además de los impuestos, el Gobierno planea la repatriación de inversiones de los fondos de pensiones que se encuentran en el extranjero, estimadas en $250 billones, para financiar proyectos de infraestructura vial, férrea y portuaria.
El ministro Ávila enfatizó que estas medidas están soportadas en un criterio de total progresividad, asegurando que no se tocará ningún producto de la canasta familiar ni se afectará a los estratos medios y bajos de la población.
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