Este 9 de abril el gobierno de Nicolás Maduro, en Venezuela, efectuó la captura de un exfuncionario que hasta hace año y medio era parte del círculo de confianza del presidente suramericano.
Se trata de la aprehensión del exministro de Petróleo y expresidente de PDVSA, Tareck El Aissami, la cual se produjo en medio de las investigaciones vinculadas a la trama de corrupción PDVSA-Cripto que son actualmente el tema de conversación en el país.
Puntualmente, el escándalo gira en torno a un desfalco en la compañía de US$21.000 millones, en el momento en el que El Aissami lideraba la empresa petrolera.
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, también ordenó la captura de Simón Zerpa, otro exministro y del empresario Samark López, a quien se le ha señalado como testaferro de El Aissami.
“La confirmación del arresto se produce tras un año sin conocerse el paradero del exministro de Petróleo, luego de que se reveló la trama de corrupción conocida como PDVSA-Cripto”, relató Saab.
Como aseguran varios medios internacionales, la detención de El Aissami y otros implicados “marca un hito en las investigaciones sobre corrupción en Venezuela, revelando las complejidades de la trama que involucra a altos funcionarios del país en operaciones ilegales con criptoactivos”.
“Tenemos una competencia para, en medio de una investigación, conseguir delaciones. Sobre esta trama, a partir de 2017 cuando iniciamos la cruzada en contra de la corrupción”, añadió el fiscal.
¿Cómo funcionaba la estafa PDVSA-cripto?
Saab explicó que el esquema de corrupción se basó en el aprovechamiento de divisas provenientes de la venta de petróleo, que nunca se registraron en las finanzas del país.
“Con la excusa de las sanciones y el bloqueo, El Aissami través de sus hombres de confianza, Joselit Ramírez y Hugbel Roa, asignaba directamente buques de crudo, para luego movilizar lo obtenido por su comercialización sin dejar rastro”, señaló el fiscal.
Y añadió que “se valían de empresas de maletín y pagos en criptomonedas en el extranjero para manejar ese dinero a su antojo, sin permitir al BCV tener acceso a él. De esta manera controlaban el acceso a divisas en el mercado nacional, lo que les permitía especular con el mercado cambiario”.
—