El Institute of International Finance (IIF) reveló hoy un informe en el que advierte los altos niveles del déficit de cuenta corriente de Colombia entre sus partes de la región como Chile y Perú.
Recientemente analizó la acumulación de desequilibrios externos en Colombia a raíz de la conmoción del precio del petróleo de 2014-15, donde el déficit por cuenta corriente sigue siendo uno de los más amplios en los emergentes a pesar del ajuste significativo de la política y la depreciación real de su moneda.
Las exportaciones de productos básicos están por debajo de los niveles anteriores a 2014, y la respuesta de las importaciones y otras exportaciones no ha compensado la pérdida de ingresos petroleros, dijo la entidad.[content_control]
En este punto de vista de América Latina, su análisis incluyó a Perú y Chile, que son exportadores de productos básicos comparables con marcos sólidos de políticas macro, incluidas instituciones monetarias y fiscales creíbles.
El tamaño y el impacto de los shocks diferían entre países, y Colombia enfrentaba un deterioro de los términos de intercambio significativamente mayor.
En general, las exportaciones de productos no básicos han respondido modestamente a la depreciación real, y la mayor parte del ajuste se realizó a través de la compresión de las importaciones.
Los déficits en cuenta corriente nuevamente se están ampliando en medio de una disminución en los precios de los productos básicos.
«Colombia ha mantenido una postura monetaria cautelosa para hacer frente a una mayor vulnerabilidad externa, mientras que Chile y Perú han comenzado a ajustes a la baja en sus tasas de política en el contexto de un crecimiento lento», dijo el IIF.
La flexibilidad del tipo de cambio ha jugado un papel mitigante clave en los tres países.
Examinó la dinámica de la cuenta corriente entre países después de la caída de los precios del cobre y el petróleo a principios de esta década.
El momento y el tamaño del ajuste diferían entre países, ya que los precios del cobre comenzaron a disminuir en 2011, y los precios del petróleo comenzaron a mediados de 2014.
El choque de los términos de intercambio fue más agudo en Colombia, ya que los precios del petróleo cayeron aproximadamente un 70%, en comparación con cerca del 50% para los precios del cobre.
En este entorno, el tipo de cambio real de Colombia se depreció sustancialmente, mientras que Perú experimentó una depreciación real más modesta y prolongada, en parte un reflejo de la intervención del banco central para mitigar volatilidad del tipo de cambio.
Examinando el ajuste de la cuenta corriente, el IIF encontró que Chile ha registrado una disminución significativa en las exportaciones de productos básicos que se ha compensado principalmente por una importante compresión de las importaciones.
El déficit de la cuenta corriente de Chile se amplió en 2.2 puntos porcentuales (pp) en 2018 en comparación con 2011. El saldo de la cuenta corriente de Perú mejoró 0.6pp durante el mismo período, ya que la compresión de las importaciones y un menor déficit de ingresos compensaron con creces las caídas en la minería y otras exportaciones.
El rápido aumento de los volúmenes de exportación de cobre también ha respaldado las cuentas externas.
Este rápido aumento en los volúmenes de exportación minera ha llevado a una mayor concentración de las exportaciones totales. No obstante, la diversificación de las exportaciones no minerales, particularmente debido a los productos agrícolas, contribuye a la solidez externa, destacó el reporte.
Desde una perspectiva entre países, las exportaciones no tradicionales de Colombia como porcentaje del PIB parecen bajas, una señal más de debilidad estructural.
En medio de la disminución de los precios de los productos básicos, el IIF proyecta que el déficit por cuenta corriente en Colombia aumentará por encima del 4% del PIB en 2019, lo que refleja la vulnerabilidad externa.
El Banco de la República recientemente aumentó su pronóstico de déficit de cuenta corriente para 2019.
Las importaciones han aumentado a un ritmo robusto, impulsado por los bienes de consumo y de capital.
En Chile, han surgido desequilibrios externos como resultado de fuertes salidas de ingresos, debido a pagos de dividendos y reinversión de ganancias, principalmente en los sectores bancario y minero.
Estas grandes salidas se explican en parte por la inversión extranjera directa tradicionalmente alta en el país.
Sin embargo, en los últimos dos años, las entradas de Inversión Extranjera Directa (IED) se han debilitado sustancialmente en un contexto de inversión minera más lenta, ejerciendo cierta presión sobre el financiamiento externo.
El ajuste de la política monetaria ha diferido entre países. Si bien Chile y Perú han reducido recientemente sus tasas de política en medio de riesgos a la baja para la inflación, «Colombia tiene un alcance limitado para aliviar la política monetaria en el contexto de déficit fiscales y de cuenta corriente gemelos y el aumento de la demanda interna. Creemos que los mayores ahorros del sector público (por ejemplo, la acumulación en fondos de macroestabilización) y las importaciones lentas representan factores de reducción del déficit en Perú y Chile, disminuyendo la vulnerabilidad de la balanza de pagos», concluyó.
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