A pesar de las medidas del Gobierno para el control de precios, la inflación de México registró otra aceleración. Solo en la primera quincena de julio, el índice de precios al consumidor (IPC) vio un incremento del 0,37 %, que llevó a que ese indicador en lo que va de 2021 llegue al 5,75 %.
Ese número está lejos de los objetivos del Banco de México, que trazó una meta de alrededor del 3 % para este año: un límite que no se ha cumplido en las últimas mediciones presentadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El índice de precios subyacente, que se obtiene al eliminar los bienes y servicios con precios más volátiles, como los agropecuarios, energéticos y tarifas autorizadas por distintos órdenes de gobierno, presentó un incremento de 0,31 % quincenal y de 4, 64 % anual.
A su vez, el índice no subyacente subió 0,55 % quincenal y 9,24 % anual. Solo los productos agropecuarios presentaron un crecimiento del 0,33 %, mientras que los energéticos anotaron una incidencia del 0,72 % en la comparación quincenal.
La incidencia en la inflación durante la primera quincena de julio fue la más alta desde 2012, cuando ese indicador se situó en 0,39 %. En las últimas semanas persistió el incremento en el precio del gas, que anotó una variación quincenal del 4 %, y se situó como uno de los productos con mayor inflación d México.
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