Desde hoy 27 y hasta el 31 de octubre de 2025, la FIFA abrió la segunda fase de inscripción para la compra de boletas para la Copa Mundial 2026, que se jugará entre el 11 de junio y el 19 de julio de 2026 en Canadá, México y Estados Unidos.
En esta etapa, los aficionados mayores de 18 años deben registrarse en el portal oficial de la FIFA y crear un “FIFA ID” para participar en un sorteo que determinará quiénes obtendrán turno de compra entre mediados de noviembre y principios de diciembre.
Durante la primera fase, los precios oficiales partieron desde US$60 (unos $231.000, con una tasa de cambio promedio de $3.850 por dólar) y llegaron hasta US$6.730 (aproximadamente $25,9 millones) para los asientos más exclusivos de la final.
El torneo se disputará en 16 ciudades anfitrionas: Toronto y Vancouver en Canadá; Guadalajara, Ciudad de México y Monterrey en México; y once sedes en Estados Unidos, entre ellas Los Ángeles, Miami, Nueva York y Dallas. El partido inaugural se celebrará el 11 de junio en el Estadio Azteca de Ciudad de México, mientras que la final será el 19 de julio en el Estadio MetLife de Nueva York–Nueva Jersey.

Precios dinámicos y acceso: Un nuevo modelo económico
Por primera vez en la historia de los mundiales, la FIFA implementará un sistema de precios dinámicos, que ajusta el valor de las boletas según la demanda y la disponibilidad. Esto significa que los precios podrán aumentar si la demanda es alta, como ya ocurrió en la preventa exclusiva para usuarios de VISA, donde se reportaron aumentos significativos.
Durante esa etapa, algunas entradas para la final llegaron a cotizarse en US$57.500, es decir, más de $221 millones. En la reventa, incluso se vieron boletas para el partido inaugural por US$61.642.
Con esos precios, comprar una boleta para la final del Mundial cuesta lo mismo que un vehículo de gama media en Colombia, o casi 14 años de trabajo para una persona que devenga el salario mínimo mensual ($1,3 millones).
La FIFA confirmó que en la primera fase se registraron solicitudes de 212 países y territorios, con mayor demanda en Estados Unidos, Canadá y México, pero con fuerte presencia de Inglaterra, Alemania, Brasil, España, Colombia, Argentina y Francia entre los principales compradores.

El Mundial 2026 será el más grande de la historia, con 48 selecciones y 104 partidos, lo que multiplica el número de boletas, pero también la complejidad de su comercialización. Este cambio estructural ha permitido a la FIFA explorar estrategias de precios similares a las de aerolíneas y conciertos internacionales, donde el valor final se define según la demanda.
El impacto económico de la Copa del Mundo se proyecta como el más alto de la historia, con ingresos totales que podrían superar los US$12.000 millones. En este contexto, América Latina (particularmente Colombia), se perfila como uno de los mercados con mayor demanda de boletas, pero con menor capacidad adquisitiva frente a los países sede.
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En términos comparativos, mientras un aficionado estadounidense destina menos del 10 % de su ingreso mensual promedio para una boleta de fase de grupo, un colombiano podría invertir más de una quinta parte de su salario para el mismo asiento.




