Las intenciones de Gilinski con Nutresa: qué sigue tras el memorando de entendimiento

Estas son las aspiraciones de Gilinski con Nutresa, según lo que se ha conocido con las OPA y el memorando de entendimiento.

Gilinski con Nutresa
Foto: Jaime Gilinski y Tahnoon Bin Zayed Al Nahyan, propietario de IHC/Valora Analitik

El 24 de mayo de 2023 será una fecha para los libros de la historia empresarial en . Ese día, se conoció que los Gilinski y el árabe IHC Capital Holding, y el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) llegaron a un memorando de entendimiento. La intención: que los primeros se hagan con el control del Grupo Nutresa, a cambio de dejar su paticipación en Grupo Argos y Grupo Sura.

Fue el fin de un pleito que empezó a finales de 2021, cuando los Gilinski lanzaron varias OPA para quedarse con un importante número de acciones en Nutresa. Al hacerlo, por la naturaleza del enroque accionario del GEA, también consiguió participación en Argos y Sura.

Y a pesar de que varias de las OPA subsecuentes fracasaron, los Gilinski siguieron con su propósito de hacerse con una mayor participación en las del GEA, como se vio en las asambleas ordinarias de comienzo de año.

Conocedores y expertos apostaban a que el interés de los Gilinski era Bancolombia, que nació después de que el banquero caleño vendió el 51 % el Banco de Colombia al Banco Industrial de Colombia (BIC). Sin embargo, ese propósito habría llegado al fin con el memorando para que este, y sus socios, se queden con, por lo menos, el 87 % del .

Fragmento del Memorando de entendimiento que detalla lo que sigue para Gilinski con Nutresa
Facsímil del memorando de entendimiento en el que se estipulan las condiciones del acuerdo mediante el cual se concreta la venta del Grupo Nutresa.

Las aspiraciones de Gilinski con Nutresa

En el cuadernillo de la segunda OPA, publicado en enero de 2022, quedaron claras las intenciones de Gilinski con Nutresa. Hay que recordar que, con esa OPA, el máximo porcentaje a ser beneficiario real directa e indirectamente era del 50,57 % de las acciones.

En el cuadernillo, se aclaró que, en el caso de Gilinski hacerse con Nutresa no la disolvería o liquidaría, ni cambiaría la alta gerencia actual del Grupo o su sede en Medellín. Tampoco buscaría realizar cambios en los órganos de administración, diferentes a la designación de miembros de Junta Directiva.

Lo que sí se dejo claro en ese momento es que la familia Gilinski con Nutresa podría evaluar la conveniencia o posibilidad de hacer inversiones o desinversiones en algunas líneas de negocio del grupo, vender activos o realizar alianzas estratégicas con inversionistas locales y/o extranjeros.

Por supuesto, ahora con una participación significativamente mayor a la que habría alcanzado con las OPA, la situación de Gilinski con Nutresa es distinta.

Aún faltan por conocerse los detalles de la ruta a seguir luego del memorando. Pero, a juicio de Mauricio Alviar, decano de la Escuela de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad EIA, hay un horizonte que sí podría ser claro.

“Ellos apostarán mucho a nuevos mercados. A que las empresas del Grupo Nutresa sigan en expansión y ampliar el horizonte de 14 países a, quizá, 20 o 25 países. Esa es la apuesta inicial”.

En la actualidad, Nutresa está en Colombia, Chile, Costa Rica, Guatemala, México, Panamá, Estados Unidos, Argentina, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Perú, República Dominicana y Sudáfrica.

Y sentencia: “No me atrevería a decir si consideran, de entrada, la posibilidad de vender empresas del Grupo Nutresa. No creería que sea por ahí la mirada estratégica, sino llegar a más mercados internacionales”.

La visión árabe

Ahí será clave la visión de los árabes que acompañaron, desde el comienzo de la puja, a Gilinski.

Nugil, la empresa que, según el memorando de entendimiento, quedará con el control accionario de Grupo Nutresa no es solo de Gilinski. IHC, a través de Aflaj Investment LLC, posee el 49,99 % de las acciones de esta. El restante 50,01 % de las acciones son de Gilinski.

Además, el caleño tuvo financiación del First Abu Dhabi Bank para sus OPA. Y ese banco e IHC son del mismo grupo económico. Su mayor accionista es el banco árabe Mubadala Investment Company.

Así son los enroques del GEA y del Grupo Gilinski e IHC luego de negocio por Nutresa
Así son los enroques del GEA y del e IHC luego de negocio por Nutresa. Imagen: Valora Analitik

A juicio de Alviar, la visión árabe pesará en lo que siga para el Grupo Nutresa.

“Los árabes tienen un enorme interés en el sector de alimentos porque lo ven como un sector estratégico en el mundo de hoy. La industria de los alimentos es, ha sido y seguirá siendo clave en el mundo. Más con los retos del cambio climático”, apunta el docente.

Por eso, hacerse con las 62 empresas del Grupo Nutresa se convierte en “un negocio importantísimo para su visión estratégica”. De ahí, indica, que quedara claro que el interés tanto de los Gilinski como del IHC está más concentrado en el sector de alimentos, que únicamente en un pleito que empezó en la década de los 90 con Bancolombia.

Dicha visión arábiga pesa también porque, aunque los Gilinski sí tienen inversiones en sectores de alimentos, no ha sido su fuerte.

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Nutresa, aislado en Antioquia

Y hay otro punto clave: Gilinski con Nutresa, de una u otra forma, desarma al GEA como se conoce en la actualidad.

Aunque no es un grupo formalmente constituido -porque no opera como tal– las empresas del Grupo Empresarial Antioqueño se han caracterizado por un enroque accionario. Esto es que cada una es dueña de una porción de las acciones de las otras.

Y el compromiso fue ese. Para Gilinski salir de las acciones de y con las que se había hecho en el último año, estos saldrían de sus acciones en Grupo Nutresa. Es decir, desarmarían el enroque.

En 2021, cuando comenzaron las OPA, la Universidad EIA publicó un informe sobre los riesgos de estas. Una de las frases más contundentes del estudio era que, el enroque del GEA, “se podría poner en riesgo con otros dueños al frente de Nutresa. Máxime si estos tradicionalmente han mostrado disonancia con el GEA”.

Ahora, Elviar asegura que, en efecto, la pérdida de control accionario y en la Junta Directiva, pone al GEA en una situación de “ruptura total”: “esa pérdida sí genera un horizonte distinto para las empresas del grupo”.

Y añade: “se ha dicho que la administración no cambiaría, que mantendrían la línea de trabajo tan ligado al enroque histórico. Pero creo que es difícil. Ya con un control de más del 87 % de las acciones, eso le da plena libertad y autonomía a los nuevos dueños de introducir los cambios que consideren”.

Falta por conocer “con qué intención y con qué curso de acción llegarán los árabes”. Pero la espera no sería larga. Según Alviar, antes de que acabe 2023, ya se debería conocer la hoja de ruta de lo que hará Gilinski con Nutresa.

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