Líderes empresariales proponen hoja de ruta para impulsar financiamiento que proteja la biodiversidad

Los líderes coincidieron en la “urgencia” de construir una visión de largo plazo, donde la biodiversidad sea tratada como una infraestructura estratégica.

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Líderes empresariales se reunieron el pasado 13 de agosto en el marco del décimo Congreso Empresarial de la ANDI, para dialogar sobre cómo proteger la riqueza natural del país a través de la financiación innovadora de la biodiversidad.

En ese sentido, las empresas asistentes coincidieron en la “urgencia” de construir una visión de largo plazo para Colombia, donde la biodiversidad no sea tratada como una “externalidad ambiental”, sino como una infraestructura estratégica que sustenta la competitividad del país.

La conversación giró en torno a cómo movilizar inversiones que aseguren la resiliencia operativa, el acceso a mercados sostenibles y la estabilidad de las cadenas de valor, todo ello a través de soluciones basadas en la naturaleza.

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Enfoque del diálogo

Organizado por WRI Colombia, Terrasos, Fundación Santo Domingo, e Instiglio, con el apoyo de BID Lab y el respaldo del Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad de la ANDI, este espacio se centró en los mecanismos innovadores para financiar la biodiversidad, como el pago por resultados, unidades de biodiversidad, inversión de impacto y contratos de conservación.

Este diálogo, explicaron desde el congreso, promueve la acción empresarial coordinada para proteger la protección de la biodiversidad, y posicionar a Colombia como laboratorio global de financiamiento innovador para la conservación.

Durante el encuentro discutieron tres ejes clave:

  • Experiencias de inversión en biodiversidad, como compensaciones ambientales y alianzas con comunidades.
  • Barreras como la falta de métricas comunes y la fragmentación de políticas.
  • Soluciones, entre ellas instrumentos financieros público-privados y estándares claros para reducir riesgos a inversionistas.

Asimismo, explicaron que este ejercicio permitió recoger las voces del sector empresarial, que resaltan tanto las oportunidades como los desafíos concretos para escalar la inversión en biodiversidad desde el negocio.

Para ello, este grupo de CEOs, inversionistas de impacto y tomadores de decisiones en sostenibilidad intercambiaron opiniones y expectativas sobre los esquemas de financiamiento de la biodiversidad, que han demostrado en otros países generar valor económico mientras se restauran ecosistemas. 

Contexto y opinión de líderes

Según expertos, América Latina, que alberga el 40 % de la biodiversidad mundial, enfrenta marcos regulatorios débiles y esfuerzos dispersos que no detienen la crisis. Para revertirla, la meta 19 del Marco Global de Biodiversidad estima que se necesitan US$200.000 millones anuales hasta 2030.

Frente a este panorama, Fernando Páez, director ejecutivo de WRI Colombia, enfatizó el rol protagónico del sector privado: “Nos reunimos para catalizar inversiones que integren la protección de la naturaleza con el progreso social y económico, reconociendo que la conservación de la biodiversidad y de sus servicios ecosistémicos es esencial para el bienestar de las comunidades y la resiliencia del país”.

Y agregó que, “con este encuentro, buscamos impulsar mecanismos de financiamiento para generar resultados tangibles en la preservación de los ecosistemas que sostienen nuestro futuro”.

Por su parte, Daniel Gonzales, director de inversión social de la Fundación Santo Domingo, reveló cómo el capital privado puede convertirse en motor de la agenda global de biodiversidad: “Estamos ante la mayor oportunidad de alinear rentabilidad con regeneración. Colombia está en un punto de inflexión en el que puede convertirse en un referente mundial en cómo se financia y protege la biodiversidad. Al vincular el financiamiento a resultados medibles, potenciamos la efectividad de las inversiones y fortalecemos la confianza necesaria para movilizar recursos a gran escala”.

Complementando esta visión desde una perspectiva empresarial, Mariana Sarmiento, CEO de Terrasos, señaló que “el destino de nuestra infraestructura ecológica -ese tejido vital del que depende nuestra supervivencia- se decide ahora, transformando compromisos en acciones concretas mediante modelos innovadores, como los Bancos de Hábitat. Así como durante décadas hemos financiado la infraestructura gris, puentes, carreteras, redes que conectan países y nos han unido como región, hoy debemos reconocer el valor de los servicios que nos da la biodiversidad: agua, polinización, regulación climática, resiliencia.”

Adicionalmente, Lina María Mondragón, vicepresidente de estrategia y sostenibilidad de Corficolombiana enfatizó: “Nosotros estamos trabajando para que la agenda de sostenibilidad esté cada vez más al servicio de la gestión de riesgos de la corporación y de las empresas de nuestro portafolio. Una manera de incentivar esta conversación, con miras a fortalecer nuestro relacionamiento con la naturaleza y las comunidades, es con acciones concretas que nos permitan identificar oportunidades para mejorar la resiliencia de las actividades y las infraestructuras con soluciones basadas en la naturaleza, al tiempo que conservamos y protegemos los ecosistemas que nos rodean”.

Al cierre del encuentro, Sebastián Chaskel, socio adjunto de Instiglio concluyó que la urgencia de “reconocer que la naturaleza y la biodiversidad nos unen como país, y que para mantener estos recursos, de los cuales dependemos, se requiere que nos unamos para invertir en nuestro futuro”, destacando que los mecanismos de financiación basada en resultados permiten alinear el capital privado con impactos ambientales reales, asegurando que cada peso invertido genere beneficios tangibles para empresas, comunidades y ecosistemas.

Para los organizadores del encuentro, el siguiente paso será construir una hoja de ruta que impulse soluciones financieras basadas en la naturaleza, fortalezca la gobernanza, movilice capital y posicione a Colombia como referente en integrar la biodiversidad al desarrollo económico.