La conectividad vial en el suroccidente colombiano continúa avanzando con la construcción del corredor entre Popayán y Santander de Quilichao, concebido como un enlace estratégico para mejorar el desplazamiento de personas y mercancías en el departamento del Cauca y, por extensión, en el sistema logístico nacional. La obra se inscribe dentro de los proyectos que buscan modernizar la infraestructura de transporte, disminuir tiempos de viaje y ofrecer condiciones más eficientes para el comercio interno y transfronterizo.
Este corredor no solo incorpora trabajos de ampliación y renovación vial, sino también una estructura financiera diseñada para asegurar que la ejecución no enfrente contratiempos derivados de la falta de recursos. De acuerdo con los responsables del proyecto, su financiación se sustenta en un esquema robusto que garantiza los aportes necesarios durante la etapa constructiva, lo que permite catalogarlo como uno de los desarrollos prioritarios para la infraestructura colombiana.
Para su financiación se adoptó el modelo Project Finance, que centra la atención en el desempeño del proyecto como mecanismo de pago, desligándolo de obligaciones corporativas y permitiendo acceder a capital destinado exclusivamente a la fase de construcción. Este enfoque facilita atraer inversionistas institucionales y crear condiciones de mayor estabilidad financiera, dadas las características de largo plazo que requiere una obra de transporte interurbano.
El cierre financiero se consolidó mediante un crédito sindicado que supera el billón de pesos. En la operación participaron entidades del mercado local y actores internacionales. Una de las instituciones financieras asumió el liderazgo del acuerdo y aportó cerca de la mitad de los recursos, mientras que la porción restante fue cubierta por fondos especializados en deuda para infraestructura y energía. La participación de capital institucional es un indicador de confianza en la rentabilidad social y económica del proyecto, y confirma el interés de inversionistas por iniciativas que puedan generar flujos estables en el largo plazo.
Más allá del componente financiero, la iniciativa destaca por los impactos previstos en movilidad regional. Se estima que la inversión total superará los tres billones de pesos, suma que se respalda en beneficios proyectados a mediano y largo plazo. Entre ellos se encuentra la reducción de los tiempos de desplazamiento entre el sur del país y el Valle del Cauca, la articulación directa de al menos seis municipios y la consolidación de un corredor seguro para el tránsito hacia Ecuador desde el centro del territorio nacional. Las proyecciones indican que los tiempos de viaje podrían disminuir hasta en una hora, lo que representa un ahorro significativo para el transporte de carga, una mejora en la eficiencia operativa de las empresas y un incremento en la accesibilidad para la población.

¿Cómo será el megaproyecto entre Popayán y Santander de Quilichao?
El avance constructivo también se encuentra documentado. Desde mediados de 2022, el proyecto sostiene un ritmo constante y alcanza más del 49 % de ejecución física. La entrega final está proyectada para mediados de 2027. Si el cronograma se cumple, el suroccidente dispondrá de un corredor renovado en un periodo inferior a cinco años, con efectos que trascienden la ingeniería vial: favorecerá la integración entre el Cauca, el Valle del Cauca y la frontera sur; permitirá optimizar la logística del comercio exterior; y fortalecerá la movilidad cotidiana en una región que históricamente ha enfrentado dificultades de tránsito.
La obra también tiene implicaciones económicas indirectas. La disminución en tiempos y costos de transporte puede incentivar la instalación de nuevas actividades productivas, elevar la competitividad de sectores agrícolas e industriales y mejorar la circulación hacia puertos marítimos. Para la población local, una carretera con mejores especificaciones técnicas supone mayor seguridad vial y reducción de accidentes asociados al alto flujo de vehículos pesados.




