La Federación Internacional del Automóvil (FIA) aprobó un cambio decisivo para la Fórmula 1 a partir de la temporada 2026: los equipos deberán pagar depósitos mucho más altos para presentar protestas, apelaciones, revisiones e investigaciones técnicas.
Según el borrador aprobado en diciembre por el Consejo Mundial del Deporte Motor, el valor de las solicitudes de revisión será de 20.000 euros, cifra que representa un aumento del 900 % frente a los 2.000 euros que se exigían en procesos anteriores.
Este cambio llega después de varios episodios en los que las carreras quedaron en incertidumbre durante horas por investigaciones posteriores a la bandera a cuadros. La Comisión de Fórmula 1 analizó el tema desde julio, tras varias discusiones entre equipos y autoridades. La FIA también definió que el dinero destinado a protestas contará dentro del límite presupuestario que tiene cada escudería, lo que obliga a destinar parte del presupuesto anual a este tipo de acciones, restando margen a otras áreas operativas.
El nuevo esquema busca que solo se presenten reclamos con soporte técnico sólido, por eso la FIA aclaró que los depósitos pueden ser devueltos si la protesta prospera, pero su valor económico actuará como filtro para evitar el abuso del sistema.
Uno de los antecedentes más citados es el caso Red Bull en 2025. El equipo presentó dos protestas contra George Russell, una en el Gran Premio de Miami por supuesta falta de reducción de velocidad bajo banderas amarillas, y otra en Canadá por presunta infracción en el procedimiento del Safety Car.

En ambos casos, la FIA desestimó los reclamos, y los resultados demoraron en confirmarse. Este tipo de situaciones generó reclamos de varias escuderías que pedían reglas más estrictas para evitar reclamos repetitivos o estratégicos.
FIA endurece costos y cambia el impacto en el límite presupuestario
Uno de los puntos más importantes es que las sumas invertidas por los equipos para protestar ahora contarán dentro del límite presupuestario anual. Esto significa que no solo deberán pagar más, sino que ese dinero compite con recursos que podrían destinarse a desarrollo técnico, personal o mejoras operativas.
La FIA también aumentará los depósitos para investigaciones técnicas entre equipos, manteniendo la misma lógica: menos reclamos, más claridad y mayor agilidad administrativa. Todo esto con base en declaraciones del piloto George Russell, quien afirmó que un depósito de 2.000 euros “no era suficiente” para equipos que manejan presupuestos superiores a los US$140 millones por temporada.
Una curiosidad del cambio es que, aunque el depósito puede ser devuelto si la protesta resulta válida, el impacto presupuestario ya habrá sido ejecutado, lo que introduce una nueva dimensión de planificación financiera. Es decir, protestar no solo será una decisión deportiva, sino también contable.

Con esta decisión, la FIA busca cerrar el paso a reclamos estratégicos, aumentar la transparencia y dar mayor certeza a los resultados. Con nuevos motores, nuevas normas técnicas y mayor control financiero, la categoría entra a una etapa donde las decisiones administrativas también influirán en el rendimiento deportivo y económico de las escuderías.
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Según la FIA y los equipos consultados en las reuniones de comisión, la meta es clara: menos protestas, más claridad y un sistema que responda con rapidez sin afectar la competencia.




