Mercado financiero en Colombia tendrá importante cambio: Nuevos modelos beneficiarán a usuarios

Los sistemas tradicionales ya no responden a exigencias como disponibilidad 24/7, inmediatez y mayor seguridad.

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La digitalización del sistema financiero en Colombia está atravesando un periodo crucial. El país se enfrenta al desafío de modernizar el sistema central que gestiona créditos, cuentas y pagos, conocido como Core bancario, debido a la rápida expansión de los pagos digitales y a las recientes mejoras regulatorias en interoperabilidad.

Los sistemas tradicionales ya no responden a exigencias como disponibilidad 24/7, inmediatez y mayor seguridad. Por eso, bancos y fintechs están migrando hacia arquitecturas modulares y cloud-native (nativas de la nube), que permiten innovar más rápido, reducir costos y escalar sin interrupciones.

En la región, de acuerdo con el IV Informe Fintech en América Latina y el Caribe, el cómputo en la nube (16,41 %) y las APIs (17,42 %) ya son las tecnologías más adoptadas por las fintechs.

«Las APIs se han convertido en el puente de la interoperabilidad, especialmente relevantes mientras Colombia avanza hacia open finance. Este enfoque facilita integraciones seguras entre entidades, agiliza la creación de nuevos productos y permite que el usuario tenga mayor control sobre sus datos. Este modelo además mejora instrumentos como SmartAcceptance, que utilizan una IA y flujos de información más eficientes para mejorar la aceptación transaccional en ecosistemas de pago cada vez más complejos”, comentó Lucas Souza, Gerente de Innovación de Kuvasz Solutions.

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¿Qué está redefiniendo la infraestructura financiera en Colombia?

De acuerdo con expertos, esta transformación no es aislada; responde a cinco ítems que redefinen la infraestructura financiera en Colombia.

  • Pagos inmediatos (RTP) e interoperabilidad: Bre-B exige cores 24/7, de baja latencia y compatibles con normas como la Resolución Externa 6 de 2023 que obliga a que toda la infraestructura financiera sea más flexible, conectada y compatible con pagos en tiempo real.
  • APIs y Open Finance: Colombia posee uno de los marcos más avanzados de finanzas abiertas en la región, lo que requiere cores API-First para intercambiar datos de forma segura y habilitar servicios A2A más ágiles.
  • Arquitecturas modulares y cloud-native: La banca debe abandonar sistemas monolíticos para escalar rápido y competir frente a cientos de fintechs.
  • Inclusión y crédito: Un core moderno genera datos transaccionales que permiten ampliar acceso al crédito y reducir la brecha de uso digital.
  • Cumplimiento y ciberseguridad: Colombia exige altos estándares de seguridad y trazabilidad, y aunque el sandbox de la SFC permite probar innovaciones, todo core moderno debe garantizar protección de datos, auditoría sólida y pleno cumplimiento normativo.

“Actualizar el Core ya no es una tendencia, sino un procedimiento esencial para conservar la competitividad del sistema financiero de Colombia y atender a los usuarios que demandan servicios sencillos, veloces y siempre accesibles”, concluye Souza.