Este lunes se registró un nuevo récord histórico sobre la dificultad para el minado de bitcoin (BTC) y es que la complejidad que mineros deben superar para resolver bloques válidos ha aumentado 13,55 %.
A pesar de la presión de la caída de los precios en 2022, donde la criptomoneda inicia esta semana por debajo de US$20.000, el ajuste de dificultad continúa en alza desde los mínimos de agosto de 2021, cuando se registró un incremento de 13,24 %.
Como se lee en Cointelegraph, la complejidad del minado alcanzó un máximo histórico de 35,61T (tasa de hash de bitcoin) el 10 de octubre, tras un periodo en el que se resolvieron seis bloques en rápida sucesión.
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Mark Morton, CEO de Scilling Digital Mining, empresa de minería con sede en Irlanda, argumentó que «el próximo ajuste de la dificultad sugiere que los mineros siguen encontrando suficientes márgenes de beneficio para encender nuevas máquinas y probablemente están aprovechando la caída de los precios de las máquinas».
El medio especializado señala que el ajuste de la dificultad se produce aproximadamente cada dos semanas o cada 2,016 bloques. “Dado que los bloques se han resuelto en una media ligeramente inferior al objetivo de diez minutos, el ajuste de dificultad ha aumentado”.
Según Braiins, compañía de herramientas de minería de bitcoin, el tiempo medio fue de poco menos de nueve minutos en los últimos 2,016 bloques, lo que se conoce como una época.
«Para compensar el aumento de la velocidad del hardware y el interés variable en ejecutar nodos a lo largo del tiempo, la dificultad de la prueba de trabajo está determinada por una media móvil que apunta a una cantidad promedio de bloques por hora«, se describe en el libro blanco de Bitcoin, escrito y lanzado por Satoshi Nakamoto.
En la entrevista con Cointelegraph, Morton explicó que la caída del precio combinada con el aumento de la dificultad podría desafiar a los mineros que gestionaron mal sus finanzas durante el mercado alcista de 2021.
De hecho, señaló que las amenazas de capitulación de los mineros se ciernen durante el mercado bajista de 2022, mientras que algunos mineros se vieron obligados a vender parte de sus participaciones durante el verano.
“La competencia entre los mineros para encontrar fuentes de energía innovadoras y estratégicas es un buen augurio para el futuro de la red a medida que la dependencia directa del precio de bitcoin disminuye”, concluyó el experto.
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