El ministro de Hacienda, Germán Ávila, aseguró que el Gobierno viene cerrando la brecha fiscal que generó el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) con el incremento al valor de la gasolina y ajustes en el precio del ACPM. “Esperamos completar este ejercicio el año entrante para garantizar que no hay un desfase”, señaló en una entrevista radial.
Paralelamente, contó el funcionario, ha habido un incremento importante en el precio del petróleo que les ha permitido, en sus palabras, aprovechar para cerrar la brecha en el FEPC.
El Gobierno ha señalado en varias ocasiones que uno de los motivos que explica el alto déficit fiscal es la deuda pública acumulada por la financiación de los precios de los combustibles, la cual, han insistido los funcionarios de la administración actual, fue heredada. Este gasto ha acumulado más de $79,6 billones en tres años (4,3 % del PIB).
Más impuestos a la gasolina y el ACPM
El proyecto de reforma tributaria, radicada esta semana en el Congreso de la República, plantea incrementar las tarifas del IVA para combustibles líquidos derivados del petróleo, inicialmente del 5 % actual al 10 % en 2026; luego subiría al 19 % en 2027 para gasolina, mientras que el ACPM llegaría a tarifa plena en 2028.
Además, a partir del 1 de enero de 2027 el biocombustible de origen vegetal o animal para uso en motores diésel de producción nacional con destino a la mezcla con ACPM estará gravado a la tarifa general (19 %). Actualmente está exento.
Con estas medidas el Gobierno nacional espera recaudar $2,6 billones en 2026 y, en promedio, $7,2 billones desde 2027 en adelante.
Sobre esta decisión, el ministro de Hacienda dijo que no tendría efectos mayores porque se haría gradualmente. “Este incremento no supera los $400 para la gasolina y los $250 en el ACPM, una incidencia marginal en el precio global que tiene actualmente”, detalló cuando se le preguntó por el impacto de la medida en la economía.
Luego indicó que esta medida va en línea con la visión del Gobierno de que los combustibles fósiles deben ser desincentivados en una coyuntura de transición energética y destacó que de esta forma se eliminarán tratamientos tributarios preferenciales.
Sin embargo, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master, advirtió que esta medida tendrá efectos en los precios de toda la canasta, «en el transporte de los colegios y para los trabajadores, así como en los productos de la economía», dijo. También señaló que tanto los negocios pequeños como los grandes verán un mayor costo en la logística.
En respuesta, el Ministerio de Hacienda indicó que se plantea un esquema de aplicación gradual y diferenciada que garantice un ajuste progresivo en los precios de venta, considerando el impacto que el aumento en los precios de estos bienes puede generar en algunos sectores.
La exposición de motivos del articulado señala que el costo de los combustibles fósiles no refleja verdaderamente los costos sociales asociados a su uso, como la contaminación, las emisiones de gases de efecto invernadero y problemas de salud pública.
También cita que al comparar el precio de los combustibles en Colombia con el de países pares en la región, se observa que, tanto la Gasolina Motor Corriente (GMC) como el Aceite Combustible Para Motores (ACPM/Diesel) se ubican por debajo del promedio regional. «En particular, al 25 de agosto de 2025, los precios de los combustibles líquidos en el mercado interno se encontraron 7,7 % y 26,9 % por debajo del promedio regional para la GMC y el ACPM, respectivamente».
El ejercicio comparativo también le permite al Gobierno concluir que en Colombia, la carga tributaria es significativamente más baja en ambos combustibles en comparación con otros países y justificó que eso «identifica un margen para incrementar la carga tributaria de los combustibles fósiles».
—