El ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, lanzó nuevos comentarios sobre el presupuesto el sector para el próximo año, anunciando un posible déficit de $10 billones para el 2024.
En un debate de control político se presentaron los informes de presupuestos de gastos y el ministro de Salud entregó detalles sobre el déficit que enfrentaría el presupuesto del sector para la ejecución de planes y proyectos en dicha vigencia.
En la primera parte del debate, asistió el ministro de salud; Guillermo Alfonso Jaramillo, en la sustentación de su informe, dijo, que el presupuesto de esa catera, para el 2023, fue de $50 billones, de los cuales el 98 % del presupuesto se ha transferido para respaldar el trabajo de la UPC (Unidad de Pago por Capitación), quedándose solo con $2 billones, para realizar las actividades del ministerio.
Agregó que, para el presupuesto de 2024, presentaron unas necesidades avaluadas en casi $70 billones. Expresó que, revisando los datos tienen un déficit de casi $10 billones.
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El jefe de cartera explicó que el déficit en salud estaría dividido, así:
En la categoría de aseguramiento, reclamación y servicios integrales en salud, el ministro mencionó que el déficit es de $3,75 billones. Este abarca el SOAT, (Decreto 2497 de 2022), el ministro resaltó el costo del SOAT que bajó y que puede repercutir en una cifra que se calcula en $850.000 millones.
Seguido del presupuesto máximo de vigencia 2024 con $2,65 billones y migrantes irregulares con un déficit de $250.000 millones.
Otros factores que intervienen en el déficit es el Sistema de Participaciones $283.000 millones y el apoyo a otros programas con $4,95 billones.
Esa diferencia de $10 billones podrían resultar en un déficit económico en la cartera liderada por Guillermo Alfonso Jaramillo. En consecuencia, la ausencia de esta cantidad tendría un impacto en áreas como el sistema general de aseguramiento, asignaciones presupuestarias máximas para ciertas instituciones del sector y la asistencia a migrantes.
El ministro Jaramillo, además dijo que, en materia de infraestructura, sólo les adjudicaron un presupuesto de $619.000 millones, “hay que recuperar la infraestructura hospitalaria, especialmente en las zonas rurales y más vulnerables del país, la cual ha quedado muy debilitada en las últimas dos décadas”. Señaló que en el departamento de la Guajira se han cerrado unos 109 puestos de salud.
También habló de la dignificación del talento humano, de formar promotores de salud, para que lleguen a los territorios más apartados del país y puedan trabajar en los temas de promoción y prevención en salud.
