A un año de haber modificado la perspectiva de Colombia de estable a negativa, Moody’s dará a conocer el próximo mes si mantiene o no la calificación soberana del país, hoy en Baa2, pero en riesgo de que sea rebajada.
La agencia calificadora cuenta con plazo de entre 12 y 18 meses para actualizar su pronunciamiento. En el caso de Colombia, según el cronograma, no se tomarían más de un año en esta ocasión, según lo indicado por uno de sus voceros en el evento Inside LatAm Colombia.
Renzo Merino, vicepresidente y analista senior de Moody’s para Colombia, aseguró que la firma esperará a que el Gobierno publique el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), programado para el 13 de junio, con el fin de contar con más información de las cuentas públicas.
“El riesgo principal que observamos en este momento es que ha habido un deterioro importante desde el punto de vista fiscal y eso puede llevar a que el perfil crediticio de Colombia puede verse debilitado y reciba una calificación más baja”, dijo.
Luego detalló que en el MFMP esperan «entender si va a haber esfuerzos por el lado del gasto para controlar el déficit fiscal o no, porque de no ser el caso veríamos un segundo año donde las métricas de deuda se van a deteriorar». Y advirtió que esto obligaría al Gobierno «a abocar más de sus recursos para cumplir con su deuda, lo que limitaría el espacio para reducir el déficit y tener recursos para inversión pública y gastos sociales».
También fue enfático en que este tema es fundamental, pues podría llevar a Colombia a una pérdida de su calificación soberana si perfil crediticio está más alineado con Baa3 o a mantener al país en perspectiva negativa.
«Lo que estamos monitoreando de momento y esperamos para resolver la perspectiva negativa es ver no solamente el deterioro de 2024 sino las expectativas de que vaya a haber una corrección o no este año y el próximo», reveló Merino.
También recordó que las expectativas de ingresos fiscales de este año empezaron en un nivel relativamente alto y luego se revisaron a la baja: «Es una dinámica que ya observamos el año pasado. A pesar de que hubo ciertos recortes de gasto eso no ayudó al déficit, que fue mucho más ancho de lo que se esperaba. Eso conllevó a un deterioro de las métricas de deuda».
Sin embargo, recalcó el rol de los contrapesos institucionales en el país, como las cortes y el Congreso, y el manejo macroeconómico por cuenta del control de la de la inflación por parte del banco central del país, que ha demostrado su independencia, según el vocero.
Vale la pena recordar que Moody’s es la única agencia calificadora que no se ha pronunciado respecto al grado de inversión para Colombia este año y que mantiene el grado de inversión del país.
Por su parte, S&P Global Ratings ratificó la calificación crediticia de Colombia para moneda extranjera en BB+ perspectiva negativa y BBB- para moneda local a finales de enero y Fitch la mantuvo en BB+, aunque cambió la perspectiva de estable a negativa.
Sin embargo, en su momento, S&P advirtió que hay riesgo de una rebaja en los próximos 12 meses si los déficits fiscales son mayores de lo esperado o si el crecimiento económico resulta más débil de lo proyectado.
La lectura de Moody’s sobre Colombia
Según Renzo Merino, vicepresidente y analista senior de Moody’s para Colombia, la firma calificadora empezó a tener dudas de la capacidad del Gobierno de seguir corrigiendo la deuda en 2024 y actualmente considera que hay un deterioro importante de este indicador y una pérdida de flexibilidad.
Esto ha llevado a la agencia calificadora a monitorear la presión en la caja, que ha llevado al Gobierno a endeudarse cada vez más. Merino aseguró que también le hacen seguimiento a las políticas sectoriales y reformas en curso que pueden llevar a mayores gastos.
Este año la firma esperan cambios sustanciales en la carga de la deuda en muchos países en el rango Baa, una dinámica en la que parece estar alineada Colombia.
Finalmente, Moody’s reveló este martes en su evento Inside LatAm Colombia que espera un crecimiento del 2,5 % para la economía colombiana este año y cree que podría haber una recuperación al 3 % en 2026, aunque esto dependerá de la dinámica que muestre la inversión.
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