La NBA continúa avanzando en su estrategia de internacionalización al contratar a JPMorgan Chase como asesor financiero para evaluar la creación de una liga profesional en Europa. Según reveló el Financial Times, el propio director ejecutivo del banco, Jamie Dimon, ha mostrado interés personal en el proyecto, que busca establecer una liga de clubes al estilo de la liga estadounidense, pero en el ‘Viejo Continente’.
La contratación de JPMorgan coincide con las reuniones que mantuvo a finales de julio el comisionado de la NBA, Adam Silver, con inversores potenciales en Europa. De esta manera, la liga está evaluando un modelo que podría requerir un costo de entrada de entre US$500 y US$1.000 millones por franquicia, de acuerdo con cifras reveladas por Sport Business Journal.
Este costo inicial limitaría el acceso a entidades con fuerte respaldo económico y clubes como Real Madrid, Barcelona y Manchester City ya han sido mencionados como candidatos, ya sea por sus secciones de baloncesto o por su capacidad financiera y estructura deportiva.
¿Por qué la Euroliga ve como una amenaza la llegada de la NBA?
La posibilidad de un proyecto de esta magnitud ya ha generado diferentes tipos de reacciones: Mientras algunas instituciones deportivas europeas ven una oportunidad de crecimiento, otras lo consideran un riesgo para el ecosistema actual del baloncesto. La Euroliga, la principal competición continental, expresó que el ingreso de la NBA podría provocar “fragmentación y confusión” en el deporte profesional en Europa. Como respuesta, la Junta Directiva de la Euroliga Commercial Assets (ECA) ya se había reunido en abril en Barcelona para analizar los escenarios y preparar medidas ante una posible competencia directa.
Aunque el proyecto no se ejecutará de inmediato, pues Adam Silver, comisionado de la NBA, declaró en junio que no habrá una liga en Europa “al menos hasta dentro de dos años”. Durante una rueda de prensa en Oklahoma, en el marco de las Finales de la NBA entre Oklahoma City Thunder e Indiana Pacers, el comisionado explicó que aún están en una fase muy inicial: “Es un poco difícil establecer una cronología específica en este momento”, añadió.
Uno de los factores clave para el avance de esta propuesta será la colaboración con la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA). En marzo de 2025, la NBA y FIBA firmaron un acuerdo para explorar conjuntamente la creación de una liga profesional masculina en Europa, con el objetivo de ampliar la base de aficionados y acelerar el crecimiento del deporte en la región.
Esta alianza representa un intento por reducir tensiones institucionales y ofrecer una solución conjunta a largo plazo.
¿Cuál podría ser el impacto económico de una ‘NBA europea’?
La expansión de la NBA hacia Europa ocurre en un contexto en el que las ligas deportivas estadounidenses están fortaleciendo su presencia en todo el mundo. Un precedente directo es la NFL, que ha organizado partidos de temporada regular en Londres desde 2007 y recientemente en ciudades alemanas como Frankfurt y Múnich. En 2024, los partidos europeos de la NFL generaron más de US$40 millones en ingresos totales, según cifras oficiales.
La NBA también ha probado el mercado europeo mediante sus NBA Global Games, encuentros amistosos celebrados en ciudades como París, Londres y Berlín. En enero de 2023, el partido entre Chicago Bulls y Detroit Pistons en París recaudó más de US$7 millones en ingresos combinados por entradas, patrocinadores y turismo asociado al evento, según datos de la propia liga.
Este atractivo económico y de expansión de marca es uno de los factores que impulsa a la NBA a explorar nuevas ligas fuera de Estados Unidos. Con una población de más de 750 millones de personas, el mercado europeo representa una oportunidad para captar nuevos patrocinadores, aumentar la venta de derechos audiovisuales y expandir la base de consumo del baloncesto como espectáculo mundial.
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De concretarse el proyecto, la NBA no solo modificaría el panorama competitivo del baloncesto europeo, sino que establecería un nuevo modelo de negocio transatlántico, en el que equipos del ‘Viejo Continente’ podrían operar bajo la estructura y estándares de la liga más rentable del baloncesto a nivel global.