Greenpeace Colombia y Sentimientos Públicos presentaron los resultados de la primera Encuesta Nacional de Medio Ambiente, un estudio que revela una ciudadanía ambientalmente activa, preocupada por el impacto de la crisis ecológica en su día a día, y decidida a actuar. El reto: transformar ese interés en acción efectiva y sostenida.
Con una muestra representativa de más de 2.200 personas en todo el país, el estudio arroja una conclusión contundente: Colombia quiere cuidar el planeta. El 91 % de los encuestados manifestó estar interesado en los temas ambientales, y el 86 % afirmó que estos afectan directamente su vida cotidiana.
“Este no es un país indiferente. Hay una ciudadanía esperanzada, crítica y lista para actuar. Lo que falta no es voluntad, sino herramientas, información accesible y espacios reales de participación”, afirmó Laura Caicedo, coordinadora de campañas de Greenpeace Colombia.
Uno de los hallazgos más potentes es que el 60 % de los colombianos considera que la ciudadanía es la principal responsable de la crisis ambiental, pero también la más capaz de solucionarla. Para el 51,5 %, la salida está en la acción colectiva, no en la espera pasiva de soluciones externas.
¿Qué preocupa a la ciudadanía en el ámbito ambiental?
Los temas que más inquietan a la ciudadanía son aquellos con impacto directo en su entorno inmediato: reciclaje y manejo de residuos (37,9 %), reducción del uso de plásticos (21,9 %), y contaminación del aire (18,7 %). Aunque el cambio climático también figura como preocupación importante (18,2 %), las prioridades apuntan a lo concreto, lo local y lo urgente.
Sin duda, esta información es clave para construir campañas que partan de lo cotidiano para escalar hacia desafíos estructurales como la deforestación, la contaminación minera o la justicia climática.
Jóvenes, críticos, adultos comprometidos
Aunque el interés por el medio ambiente atraviesa a toda la población, los jóvenes (16–28 años) muestran menor identificación con las organizaciones ambientales (solo el 25 % identifica a Greenpeace), mayor desconfianza institucional y escepticismo frente a la tecnología como solución. Sin embargo, son también quienes más están dispuestos a aportar económicamente a causas ambientales.
Los adultos entre 29 y 43 años, en cambio, lideran en participación concreta y vinculación con organizaciones y campañas. Representan hoy el segmento más activo de la ciudadanía ambiental. El mensaje es claro: la ciudadanía espera menos confrontación y más formación, más herramientas y más espacios de acción concreta.
Destacado: Tres desafíos que enfrentan las áreas protegidas de Colombia: ¿cuáles son?
“Escuchar a la gente es el primer paso. Esta encuesta nos permite repensar cómo y para quién nos comunicamos. En Greenpeace no buscamos reemplazar la voz ciudadana, sino amplificarla. Queremos ser un canal que potencie las ideas y la acción colectiva de quienes sueñan con un futuro más justo y verde”, agregó Laura Caicedo.
El cambio es posible, pero necesita aliados
El estudio revela que 6 de cada 10 colombianos creen que aún estamos a tiempo de evitar un colapso ambiental, siempre que cambiemos nuestras actitudes. Pero ese cambio no ocurrirá solo: requiere información clara, propuestas concretas y canales reales de participación.
Hoy hacemos un llamado a la ciudadanía, empresas, medios, gobiernos y movimientos sociales a sumar esfuerzos para poner a la naturaleza y el clima en el centro de las decisiones.
Porque cuidar el planeta no es una opción: es una urgencia y necesidad. Y también una oportunidad para construir justicia ambiental y desarrollo sostenible desde el poder colectivo.