La industria manufacturera colombiana continuó mostrando señales de una leve recuperación en lo corrido de 2025 hasta agosto, al alcanzar un crecimiento de la producción del 2,1 %, de acuerdo con los resultados de la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta (EOIC) de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI).
El gremio destacó en el más reciente informe que este desempeño es muy superior si se compara con la caída del 1,3 % del periodo inmediatamente anterior.

Las ventas totales también registraron un incremento del 2,2 %, mientras que las ventas para el mercado nacional crecieron un 2,4 % en el mismo periodo. Estos datos contrastan con las cifras negativas que se reportaron en ventas totales y para el mercado nacional en el año inmediatamente anterior.
Del mismo modo, en el octavo mes del año, el indicador de uso de la capacidad instalada se situó en 80,4 %, superando el 78,7 % observado en agosto de 2024 y el promedio histórico del 76,9 %. En cuanto a la demanda, el 85,5 % de la producción encuestada calificó sus pedidos como altos o normales, por encima del 79,7 % reportado en el mismo mes de 2024.
El clima de negocios se mantuvo favorable, pues el 62,7 % de los encuestados consideró que la situación actual de su empresa era buena, un ligero aumento frente al 60,7 % mismo periodo en 2024. Así mismo, el porcentaje de empresas que espera una mejor situación en el futuro inmediato se ubicó en 34,1 %, levemente superior al 33,9 % de 2024, aunque por debajo del promedio histórico de la encuesta.
Las señales que dan cuenta de una economía débil
A pesar de la mejora en los indicadores de actividad, la ANDI insistió en que la economía colombiana sigue registrando señales de un crecimiento débil.
De hecho, en la encuesta los empresarios señalaron que la falta de demanda sigue siendo el principal obstáculo para el desarrollo normal de la actividad productiva, siendo la respuesta más frecuente (32 %). También mencionaron la disminución de precios de venta y dificultad para trasladar costos, así como el aumento en el costo de materias primas (23 %).
El ejercicio de la ANDI también identificó dos preocupaciones crecientes en el ambiente empresarial: la informalidad y la seguridad. En el primer caso, el 53 % de los encuestados señaló que la competencia desleal impacta significativamente sus operaciones. En el segundo, el 31 % de las compañías se considera «muy afectada» por la inseguridad, un fenómeno que les cuesta el 2,8 % de las ventas.

En cuanto a la informalidad, desde la perspectiva empresarial, las principales causas por las que las empresas optan por operar al margen del sistema son los altos impuestos (68 %) y los altos costos laborales (59 %). La manifestación más común de informalidad, según el sondeo, es a través de productos que no cumplen con normas técnicas, son reenvasados o adulterados, señalado por el 52 %.
Por otra parte, el principal aspecto que afecta el desempeño de las empresas por cuenta de la inseguridad son los bloqueos en las vías (79,3 %), la dificultad para acceder a algunas zonas (55,2 %) y los impedimentos para transportar bienes (54,3 %). También indicaron que el impacto financiero directo de la inseguridad se traduce en un incremento en los fletes (76,7 %) y un aumento en el costo de los seguros (51,7 %).

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