La Liga española ha oficializado los nuevos topes en el Límite de Coste de Plantilla Deportiva (LCPD) para la temporada 2025/26, revelando una polarización financiera sin precedentes entre sus gigantes.
El Real Madrid consolida su posición como la entidad con mayor músculo económico al mantener un límite de 761,226 millones de euros para salarios fijos y variables. En contraste, Barcelona experimenta una nueva reducción drástica, situando su tope en 351,284 millones de euros.
Esta diferencia genera una brecha de 409,942 millones de euros entre los dos principales clubes de España, la mayor disparidad en capacidad de gasto salarial en años recientes. Respecto a la cifra de febrero, el Real Madrid incrementó ligeramente su margen (de 754 a 761 millones), mientras que el Barcelona lo recortó en 111,716 millones de euros (de 463 a 351 millones), una obligación impuesta por el Órgano de Validación de LaLiga para garantizar la estabilidad financiera de la entidad.
El podio de los clubes más fuertes en este indicador lo completa el Atlético de Madrid, que aumentó su límite de 314 a 326,989 millones de euros. En el otro extremo de la tabla, el Sevilla registra el límite más bajo de LaLiga EA Sports con apenas 22,139 millones de euros, una cifra que refleja las consecuencias de malos resultados deportivos y la dificultad para generar ingresos extraordinarios, como la venta de jugadores.
El LCPD total de la máxima categoría asciende a 2.704 millones de euros, un incremento global del 4 % respecto al año anterior.
La dimensión del límite salarial: 368 millones de euros para un gasto anual
El Límite de Coste de Plantilla Deportiva (LCPD) no solo incluye los salarios fijos y variables de los jugadores, sino que también incorpora gastos clave como la seguridad social, primas colectivas, comisiones para agentes (gastos de adquisición) y las amortizaciones de los fichajes (el coste de compra repartido anualmente durante la vigencia del contrato). Este mecanismo de control financiero, pionero en Europa, busca prevenir la quiebra de los clubes obligándolos a gastar solo lo que generan.
La disparidad interna dentro de LaLiga es notable. Mientras que el Real Madrid maneja más de 761 millones de euros, la suma de los límites salariales de los 10 equipos de la Segunda División (LaLiga Hypermotion) con mayor capacidad de gasto apenas alcanza los 120 millones de euros (el total de la Segunda es de 200,107 millones).
En esta categoría, el Leganés lidera con 14,7 millones de euros, seguido por Las Palmas con 13,3 millones de euros y el Valladolid con 12,1 millones de euros.
Cifras únicas en el fútbol: ¿LaLiga es un universo aparte?
Para dimensionar el poder financiero de LaLiga, es necesario contrastar sus cifras con el contexto latinoamericano. La capacidad de gasto del Real Madrid por sí sola (761,226 millones de euros) es, en términos de proporción salarial, un universo aparte.
Al compararlo con los ingresos del Fútbol Profesional Colombiano de 2024, la diferencia es clara. El equipo colombiano con mayores ingresos totales en 2024 fue Millonarios, con una cifra de $106.470 millones (aproximadamente 25,1 millones de euros al cambio actual, considerando una tasa de conversión promedio).
De ese monto, los ingresos por publicidad y patrocinio de Millonarios fueron de $21.000 millones (alrededor de 4,9 millones de euros).
El límite salarial del Real Madrid (761,226 millones de euros) supera en más de 30 veces los ingresos totales del club colombiano más rico. Más impactante aún, el Madrid puede gastar en salarios más de 140 veces el valor de los ingresos por patrocinio que generó Millonarios en 2024. Incluso el club de LaLiga con el límite más bajo, el Sevilla (22,139 millones de euros), se acerca al total de ingresos generados por Millonarios.
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La necesidad de estos límites salariales se remonta a la preocupación por la supervivencia de los clubes. El sistema se implementó oficialmente en LaLiga a partir de la temporada 2013/2014, siendo una respuesta directa a la acumulación histórica de deuda y los riesgos de quiebra que enfrentaban varias entidades, obligándolas a una estricta disciplina financiera para evitar la insolvencia.