Aunque la hotelería en Latinoamérica viene recuperándose a un buen ritmo, no todos los países han tenido el mismo desempeño.
En el marco del próximo evento de Sahic (Conferencias Latinoamericanas de Inversión Hotelera y Turística), que se realizará en Lima, Perú, en el mes de marzo, Valor Analitik habló con Arturo García, presidente de la agremiación, quien contó cuales son los retos y oportunidades de la región para este 2024.
¿Cómo nació Sahic?
Nació en el 2008, siguiendo el ejemplo que veíamos en los grandes foros de inversiones, principalmente en Estados Unidos: uno que hay en la costa este, en Nueva York, y el otro en Los Ángeles, en la costa oeste.
El de Nueva York es el más antiguo, tiene 42 años de existencia y después está el de Europa, que se hace en Berlín. Más adelante surgieron otros no en Medio Oriente y Asia.
En esos tres referentes siempre habían unos capítulos dirigidos a Latinoamérica, pero los paneles no tenían jugadores de la región. Desde ahí empezamos a pensar entonces en que ese evento había que hacerlo en nuestra propia región.
Finalmente, en 2007 tomamos la decisión de lanzarlo. Era el momento en que el negocio inmobiliario en general, incluido el hotelero, estaba en boom total. Lo que no teníamos previsto era que en el 2008 iba explotar la burbuja. Se cayó el negocio inmobiliario y arrastró, por supuesto, el negocio hotelero.
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Aunque los primeros dos años fueron difíciles, finalmente todos los jugadores apostamos por el vehículo adecuado y se convirtió en la herramienta anual de encuentro para todos quienes están en el desarrollo del negocio de turismo y real state en Latinoamérica.
A diferencia de otros eventos, hicimos el esfuerzo para que el Sahic se moviera y fuera cada año en diferentes locaciones. La edición número 18 será el próximo 11 y 12 de marzo en Lima (Perú) donde vamos a estar por tercera vez.
¿Cómo va la hotelería en la región? ¿Qué países están andando a un mejor ritmo?
No todos están andando al mismo ritmo por diferentes factores y cuestiones políticas, sociales y económicas.
Hablando específicamente de Sudamérica, los dos mercados que han reaccionado muy rápido con diferentes envergaduras -en cuanto a cantidad de negocios- son Colombia y Brasil.
El caso de Brasil, el negocio estuvo muy fuerte terminando el 2023, superando todas las expectativas. Las cifras del cierre del año superiores a las de pandemia.
En el caso de Colombia, también hubo muy buena reacción. Hay otros mercados en Centroamérica que andan bien como Panamá.
Contrario a esto, hay países más lentos en la hotelería y el turismo como Perú, Chile y Argentina, que es un caso muy especial.
¿A qué se deben esos comportamientos, de acuerdo con el análisis de Sahic?
Hay una circunstancia muy especial que es la crisis económica que provocó una devaluación muy importante y ha hecho de Latinoamérica un mercado muy competitivo para para los generadores de demanda exteriores, es decir, todo el turismo receptivo internacional que, tentado por las bondades de los países, está consumiendo un destino de primer orden, a valores de segundo o tercero.
El turismo internacional es el que está impulsando la hotelería en destinos como Colombia y Argentina, pero no es el caso de Brasil donde la recuperación está dada mayoritariamente por turismo interno.
En otros casos como el de Perú está el problema de que su principal destino está teniendo dificultades con los tickets para acceder a Cuzco y Machu Picchu y eso lo está golpeando.
¿Qué tanto ha afectado el tema inflacionario al turismo en la región?
La verdad es que en varios de los destinos el tema inflacionario ha golpeado muy fuerte las economías locales y eso daña, de alguna manera, el turismo interno.
Es una situación que, inclusive, no es la mejor para el turismo internacional, que si bien hoy se aprovecha de la situación de la devaluación de la moneda local con relación al dólar y que compensa el tema de la inflación, igual es todo un reto.
Pero también hay oportunidades. En los últimos años algunos mercados se han explotado fuertemente, por ejemplo, en el caso de nuestra región, son el Caribe y México, pero esa explosión está alcanzando un tope que le va a tomar algún tiempo poder volver a pensar en nuevos desarrollos. Ahí se abre una oportunidad para para el resto de los mercados de la región.
Y, además, el tema de las guerras y las situaciones en Europa y en Medio Oriente hacen que tanto inversores como como viajeros entran a mirar otros destinos, mucho más lejos de esto. Y ahí se abre, dentro de lo que es una situación desgraciada para la humanidad, una oportunidad para nuestros destinos.