Primicia | Se acaba el sueño de conectar a Bogotá y Medellín en cinco horas o menos

Valora Analitik confirmó que la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) rechazó la iniciativa llamada Ruta del Agua. Estos son todos los detalles.

vía Medellín - Bogotá
La vía Medellín - Bogotá registra constantes cierres en el tramo Santuario - Caño Alegre, en el oriente antioqueño. Foto: Archivo Invías

El sueño de conectar a Bogotá y Medellín en cinco horas o menos se acabó oficialmente en marzo de 2024, luego de años de estudios e intentos para tener una buena conexión entre las dos principales de Colombia.

Así lo revela en primicia Valora Analitik, que conoció que la Agencia Nacional de (ANI) rechazó el proyecto de iniciativa privada llamado Ruta del Agua.

Con este, un grupo de importantes pretendía construir una nueva vía entre Santuario (oriente de Antioquia) y Caño Alegre (en jurisdicción de Boyacá).

El ‘dolor de cabeza’ de transitar por la vía Bogotá – Medellín

Este tramo hace parte de la vía que conecta a Bogotá y Medellín, pero, históricamente, ha sido un dolor de cabeza para ser transitado.

De hecho, en los últimos meses, varias personas han fallecido a causa de los cientos de huecos que se pueden contar en los 123 kilómetros que tiene este trayecto.

Cierre total vía Medellín Bogotá
La vía Medellín – Bogotá presenta constantes cierres por deslizamiento de tierra y piedras. Foto: Guardianes Antioquia Oficial

Y ni qué decir de las innumerables veces que ha sido cerrado por deslizamientos de tierra, dejando bloqueado el paso hacia el centro del país y los puertos del Caribe.

Por este y otros motivos, cuatro gigantes de la -los mismos que hoy operan la concesión Devimed, en Antioquia- buscaron darle una solución definitiva al corredor, construyendo un que se tasaba en $7,6 billones.

Para esto, le presentaron a la ANI la iniciativa privada Ruta del Agua, de tal modo que se evaluara y le diera luz verde, y así comenzar las obras más temprano que tarde.

La propuesta rechazada por la ANI

Según la propuesta, los privados tendrían a cargo buena parte de las vías a las afueras del Valle de Aburrá, así como aquellas que salen hacia el oriente de Antioquia y que conectan el departamento con la Ruta del Sol.

En total, pretendían volver a quedarse con los corredores de Devimed durante 40 años más, teniendo en cuenta que su concesión se vencerá en apenas dos años.

Proyecto Ruta del Agua para vía Bogotá - Medellín
Fuente: IP Ruta del Agua

Ahora bien, también plantearon construir 54 km de vía nueva entre Santuario y el sector Tres Ranchos, así como un túnel de dos tubos de más de 3 km de longitud y 13,4 km de viaductos.

Finalmente, realizarían dos variantes, una en El Santuario y otra en Doradal, que habrían tenido 3,26 km y 4,85 km, respectivamente.

Todo iba bien hasta el 2022, a tal punto que se hicieron varias audiencias públicas en municipios cercanos al corredor, con el fin de explicar el alcance del proyecto y los beneficios para las comunidades.

Al tiempo, el Gobierno comenzó a estudiar los documentos presentados por MHC (Mario Huertas Cotes), Conconcreto, Castro – Tcherassi y Procopal.

¿Por qué se acaba el sueño de conectar a Bogotá y Medellín en cinco horas o menos?

Sin embargo, el 20 de marzo de 2024, mediante la Resolución 20247020002905, la ANI rechazó oficialmente el megaproyecto y acabó con el sueño de conectar a Bogotá y Medellín en cinco horas o menos.

Empresas de Devimed e interesadas en Ruta del Agua
Estas son las empresas que buscaban construir la Ruta del Agua y que actualmente hacen parte de la concesión Devimed. Foto: Valora Analitik

Así se lo confirmó la entidad a este medio, en una respuesta a un derecho de petición enviado hace unas semanas.

Si bien la ANI no entregó mayores detalles, sí detalló que, una vez se revisó el proyecto presentado en etapa de factibilidad, encontró que no cumplía con lo solicitado por las leyes vigentes en materia de iniciativas privadas (IP).

Adicionalmente, este medio conoció que un evaluador contratado por la entidad reconfirmó que los estudios de factibilidad de la Ruta del Agua no tenían lo necesario para seguir avanzando.

En su concepto, “no se cumplieron con las especificaciones recibidas a nivel de factibilidad” y, por ende, no podía salir a licitación como se esperaba que sucediera.

Sobre lo anterior, es importante recordar que las iniciativas privadas son proyectos cuyos estudios y diseños son realizados por uno o varios empresarios y, posteriormente, son presentados al Gobierno para ser evaluados y aprobados.

Vía Santuario - Caño Alegre en Autopista Bogotá - Medellín
El Gobierno rechazó el proyecto IP Ruta del Agua, que buscaba tener una mejor conexión entre Santuario (Antioquia) y la Ruta del Sol. Foto: Invías

Según la norma, las IP no requieren recursos públicos ni vigencias futuras, sino que se pagan por medio del cobro de peajes, lo cual hace más fácil su aprobación de parte del Gobierno, pero no tanto de las comunidades.

El futuro de la concesión Devimed y la vía Bogotá – Medellín

Al margen de lo anterior, la ANI confirmó que se acaba el sueño de conectar a Bogotá y Medellín en cinco horas o menos, dejando en el limbo el paso entre las dos principales ciudades del país.

De hecho, la situación podría complicarse hacia 2026, ya que la concesión Devimed finalizará en dos años y si no hay otro privado que se quede con esta, las vías del oriente pasarían a manos del Instituto Nacional de Vías (Invías).

La entidad ya no solo quedaría a cargo del tramo Santuario – Caño Alegre, que hoy tiene cientos de huecos y poca atención, sino con toda la conexión hasta Medellín y el Valle de Aburrá.

Este desenlace genera temores entre comunidades de la zona, comerciantes y transportadores de carga, quienes en las últimas semanas han bloqueado la autopista y le han pedido al Invías que la intervenga con urgencias.

IP Ruta del Agua Santuario Caño Alegre
Esta era la vía que los empresarios buscaban construir para mejorar la conexión entre Antioquia y el centro del país. Imagen: IP Ruta del Agua

Según Anderson Quiceno, presidente de la Asociación de Transportadores de Carga (ATC), «es descomunal el abandono sobre el cual el Invías tiene los tramos que están a su cargo en Antioquia. Esto está sin palabras».

Y añadió que: «Mandamos un mensaje de exigencia al Gobierno y otras autoridades, quienes se han hecho los de la ‘vista gorda’ porque la autopista Medellín – Bogotá es la que más reporta situaciones de orden público».

Ante esto, la entidad se comprometió a atender los puntos críticos del corredor con actividades de bacheo, a través de un contrato de Gestión Vial Integral, al cual se le adicionarán $1.500 millones.

‘Paños de agua tibia’ e incertidumbre

El problema, como afirman los habitantes de la zona, es que estas medidas solo son ‘paños de agua tibia’ para resolver un problema que viene de años atrás y que, si no se logra ampliar o cambiar la concesión de Devimed, podría replicarse en el resto del corredor hasta la capital antioqueña.

Mientras tanto, otro tramo de la vía Bogotá – Medellín sí avanza a toda marcha y se alista para ser adjudicada. En este caso, se trata del corredor Villeta – Guaduas, que es apoyado por el Gobierno y que podría salir a licitación este mismo año.

Su desarrollo permitiría, en todo caso, reducir los tiempos de desplazamiento entre las dos ciudades en poco más de una hora y así mejorar la competitividad. No obstante, sin una buena vía entre Santuario y Caño Alegre, seguirá habiendo cuellos de botella en el corredor.

Valora Analitik intentó contactar en dos ocasiones al gerente de Devimed, Germán Vélez, para conocer su opinión sobre la decisión de la ANI y ahondar sobre las nuevas medidas que podrían tomar para presentar una nueva iniciativa. 

No obstante, nunca obtuvo respuesta sobre qué futuro tendrá una de las autopistas más importantes de Colombia, ahora que se acaba el sueño de conectar a Bogotá y Medellín en cinco horas o menos.

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