Trump advierte que la pausa en solicitudes de asilo podría ser indefinida

Cuando se le preguntó sobre la duración de la medida, el propio Trump reconoció que no había “un límite de tiempo” previsto.

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En un giro drástico de su política migratoria, el gobierno de Donald Trump señaló que la suspensión de decisiones sobre asilo podría prolongarse por un plazo indefinido, con el fin de reforzar los controles de seguridad nacional tras un reciente incidente en Washington, D.C.

La determinación fue transmitida el 29 de noviembre por el director de la agencia de inmigración de los Estados Unidos, U.S. Citizenship and Immigration Services (USCIS), quien anunció que “todas las decisiones de asilo han sido suspendidas hasta que podamos garantizar que cada solicitante sea examinado con el máximo rigor”.

El anuncio llega apenas días después de un ataque protagonizado por un ciudadano afgano —admitido bajo un programa de reasentamiento— que dejó muertos y heridos entre miembros de la Guardia Nacional cerca de la Casa Blanca.

Ese hecho fue visto por la administración como evidencia de fallas en el sistema de admisión migratoria y de asilo, argumentando que era necesario revisar exhaustivamente todos los casos pendientes y reforzar los procesos de verificación.

En ese contexto, la suspensión de decisiones de asilo se enmarca como parte de un paquete de medidas más amplio de endurecimiento migratorio, que también incluye revisiones de visas y green cards para ciudadanos de 19 países considerados “de preocupación”.

Una pausa sin fecha

Cuando se le preguntó sobre la duración de la medida, el propio Trump reconoció que no había “un límite de tiempo” previsto. “No tenemos un cronograma”, dijo, lo que deja la suspensión abierta e indefinida, a discreción del Gobierno.

Para miles de solicitantes —familias, refugiados y migrantes que esperaban una decisión sobre su asilo— esto significa quedar “en pausa” sin certeza de cuándo, o si alguna vez, sus casos serán revisados. Abogados especializados en inmigración han manifestado su preocupación, advirtiendo que esta suspensión masiva podría violar derechos establecidos bajo leyes de asilo.

Donald Trump
Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Imagen: Flickr White House.

El impacto: repercusiones humanitarias y legales

La medida representa un golpe significativo a quienes ya habían iniciado su trámite de asilo e incrementa la incertidumbre global sobre la atención a refugiados y migrantes vulnerables. Grupos defensores de derechos humanos la califican como una “cruel penalización colectiva” basada en el acto de un individuo.

Además, expertos advierten riesgos de saturación en las cortes migratorias —con miles de casos pendientes— lo que podría generar demoras de años, mientras muchas de esas personas quedan en limbo legal sin acceso a empleo formal, protección social o estabilidad.

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El giro en la política migratoria

Este anuncio forma parte de una escalada de restricción migratoria impulsada por el gobierno de Trump tras el incidente. En una publicación reciente en redes, el presidente advirtió que planea “pausar permanentemente” la migración desde lo que él denomina “países del Tercer Mundo”, una medida que amplía aún más las barreras de acceso.

Entre sus propuestas también figura la eliminación de ciertos beneficios federales para migrantes, la revisión de visas ya otorgadas y una intensificación de los controles de seguridad. El conjunto de acciones representa un endurecimiento profundo de las políticas migratorias estadounidenses.

¿Qué pueden esperar los solicitantes y los países de origen?

Para quienes tienen trámites de asilo pendientes, o planeaban solicitarlos, el mensaje de Washington es que no hay garantía de cuándo serán resueltos, y la espera podría extenderse indefinidamente.

Para los gobiernos de países con alta emigración, el anuncio complica cualquier plan de refugio o migración legal hacia Estados Unidos, y podría aumentar los flujos hacia otras rutas —como América Latina, Canadá o Europa.

Finalmente, para el sistema global de refugio y migración, la decisión reaviva los temores de una crisis humanitaria, especialmente en contextos de guerras, persecución o pobreza, donde el asilo puede ser la única alternativa.