El presidente de Estados Unidos Donald Trump recibirá hoy en la Casa Blanca al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, con el objetivo de consolidar un nuevo plan de paz para Gaza que ambas partes esperan presentar como una hoja de ruta viable para terminar el conflicto.
La reunión llega en medio de un deterioro de la situación en Gaza: según el Ministerio de Salud de la Franja, más de 66.000 palestinos han muerto y unos 168.000 han resultado heridos tras intensos bombardeos y operaciones terrestres israelíes.
La presión internacional para contener la violencia es cada vez mayor, y varios países han reconocido recientemente al Estado palestino, en un giro diplomático que busca revivir la solución de dos estados.
El plan de 21 puntos de Trump y los puntos clave de disputa
Durante la Asamblea General de la ONU, Trump compartió un plan de paz de 21 puntos con líderes árabes y musulmanes, en el que propone un paradigma que combine garantías de seguridad para Israel con etapas hacia la soberanía palestina y la reconstrucción de Gaza.
Entre los aspectos más relevantes:
- Un cese al fuego inmediato una vez que el acuerdo sea firmado.
- Liberación de los rehenes israelíes que aún retiene Hamas en un plazo de 48 horas, a cambio de que Israel libere prisioneros palestinos.
- Retirada gradual de las fuerzas israelíes de Gaza, supervisada por mecanismos internacionales.
- Desarme de Hamas y establecimiento de una autoridad transitoria internacional árabe-palestina que administre Gaza de forma temporal.
- Garantía de que Israel no anexará la Cisjordania, una condición clave para mantener el respaldo árabe.
De acuerdo con Reuters, uno de los componentes más controvertidos del plan es la propuesta de una Autoridad Internacional Transicional de Gaza (Gaza International Transitional Authority, GITA), que funcionaría como gobierno interino bajo supervisión árabe internacional antes de entregar gradualmente el control al nuevo ente palestino reestructurado.
El ex primer ministro británico Tony Blair figura entre los candidatos promovidos para liderarla, como parte del diseño de un marco de gobernabilidad que evite el retorno del control directo de Hamas.
A su vez, este plan incorpora una postura notable de Trump respecto a la anexión de Cisjordania: él ha declarado que no permitirá que Israel anexe ese territorio, marcando un límite a sus opciones militares.
No obstante, quedan “disputas” en detalles de cómo implementar ciertas cláusulas, especialmente el calendario del repliegue israelí, la composición del cuerpo transitorio de Gaza y los mecanismos de supervisión.
Recomendado: Tras casi 30 años, otro presidente de Colombia se quedó sin visa para EE. UU: coincidencias entre Petro y Samper
Posturas de Israel y reacciones
Netanyahu, quien hizo promesas en su discurso en la ONU de “terminar el trabajo” en Gaza y rechazó la idea de reconocer un Estado palestino en los términos propuestos, ha adoptado una posición doble.
Por un lado, exige eliminar la capacidad militar de Hamas, pero por otro muestra apertura a ciertas cláusulas sobre salida segura de miembros de Hamas si aceptan cesar hostilidades. En declaraciones previas al encuentro, Netanyahu afirmó que Israel está elaborando un plan de alto al fuego en coordinación con EE. UU., aunque admitió que todavía no está cerrado.
Por su parte, la UAE (Emiratos Árabes Unidos) ha instado a Netanyahu a respaldar el plan de Trump y alertado sobre los riesgos de una anexión de Cisjordania, advirtiendo que tal movimiento aumentaría la posibilidad de normalización con países árabes.
Diversos diplomáticos árabes han expresado que el plan de 21 puntos ha sido recibido con interés, aunque con reservas, y el enviado estadounidense Steve Witkoff manifestó su optimismo respecto a un posible avance en los próximos días, según información de Reuters.
No obstante, algunos ven que el plan podría implicar desplazamientos forzados o limitaciones severas a la soberanía palestina, e incluso acusaciones de que se trata de una estrategia para consolidar una autoridad externa sobre Gaza sin plena participación local.
En ese sentido, la reunión en la Casa Blanca será clave para ver si Netanyahu acepta el marco general del plan y si EE. UU.