Trump revive la guerra comercial global: ¿Quiénes podría enfrentar nuevos aranceles desde agosto?

En apenas seis meses, Trump ha firmado más de una docena de órdenes ejecutivas con nuevos aranceles.

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Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, el presidente Donald Trump ha reinstaurado su visión proteccionista del comercio global, desatando una nueva guerra arancelaria que ya empieza a generar tensiones diplomáticas y económicas.

Bajo el argumento de “proteger a los trabajadores estadounidenses” y “corregir desequilibrios comerciales”, ha reactivado una serie de medidas que afectan a China, la Unión Europea, Japón, Corea del Sur, Brasil, Canadá y otros socios estratégicos.

En apenas seis meses, Trump ha firmado más de una docena de órdenes ejecutivas con nuevos aranceles: comenzó en febrero con gravámenes del 25 % al acero y aluminio, luego amplió el 10 % generalizado a bienes importados y finalmente lanzó un esquema de “aranceles recíprocos” que podrían llegar hasta el 60 % para países con los que EE. UU. mantiene déficits comerciales.

Esto incluye a aliados históricos como Alemania o Corea del Sur. La más reciente advertencia: si no se logran acuerdos bilaterales, a partir del 1 de agosto de 2025 se activarán nuevas tarifas sobre miles de productos.

Valora Analitik conversó con Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), para analizar los escenarios que se abren tras la expiración de la tregua y las implicaciones que esto puede tener para Colombia y el comercio internacional en general.

EE. UU. reactivó la ofensiva arancelaria: ¿qué está ocurriendo?

Aunque la entrada en vigor de los aranceles estaba prevista para el 9 de julio, EE. UU. anunció un aplazamiento hasta el 1 de agosto. Sin embargo, ya comenzaron a llegar cartas oficiales a los gobiernos, incluyendo a Colombia, notificando los aranceles que se impondrán si no se llega a un acuerdo en los próximos días.

“A los países ya les están llegando las cartas aplicando los aranceles que regirían desde el 1 de agosto si no se logra una negociación. Estados Unidos está forzando a los países a sentarse a la mesa para definir las nuevas reglas de juego del comercio bilateral”, advirtió Díaz.

El líder gremial criticó esta estrategia por considerarla contraria al espíritu multilateral del comercio global.

“Estamos volviendo a los tiempos anteriores a la Segunda Guerra Mundial, donde imperaba la ley del más fuerte, la ley de la selva. Precisamente para evitar eso fue que nació la OMC, para resolver disputas con base en normas, no con medidas unilaterales”.

El impacto para Colombia y la amenaza del arancel adicional del 10 %

Una de las principales preocupaciones para Colombia es la posible imposición de un arancel adicional del 10% a los países que se alineen con los BRICS, bloque liderado por China, Rusia, India, Brasil y Sudáfrica.

“El fin de semana, Trump dijo que aplicaría ese 10 % adicional a los países que se alinearan con los BRICS. Colombia no es miembro de ese grupo, pero ingresó recientemente al banco de desarrollo de los BRICS buscando alternativas de financiamiento. Eso nos pone en el radar de esa penalización”, explicó el presidente de Analdex.

De aplicarse, este nuevo arancel pondría a Colombia en desventaja frente a otros países de la región.

“Nos golpearía muy fuerte en productos con los cuales competimos directamente con países que solo pagarían el arancel base del 10 %. Eso generaría una pérdida de competitividad para nuestras exportaciones”, sostuvo.

Nuevos aranceles de Trump
Donald Trump, presidente de EE. UU. Imagen: Flickr White House.

El tiempo juega en contra: plazos cortos para negociar

Desde Analdex consideran que el calendario propuesto por EE. UU. es poco realista para una negociación comercial profunda.

“El plazo hasta el primero de agosto es muy corto. En el caso colombiano, esperamos que esta semana se formalice la carta al gobierno de Estados Unidos para solicitar la negociación del arancel base del 10 %, que no va a desaparecer, pero del que podríamos excluir ciertos productos”, reveló Díaz.

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La expectativa es lograr un tratamiento diferencial para ciertos sectores sensibles de la economía nacional, dijo, pero todo dependerá de la capacidad diplomática y la disposición del gobierno norteamericano.

Tensiones con Brasil y señales políticas preocupantes

Más allá de lo comercial, Díaz alertó sobre el uso creciente de motivaciones políticas en la imposición de medidas arancelarias, como es el caso de Brasil.

“La situación con Brasil es muy delicada. Allí ya no hay razones comerciales claras, sino represalias políticas. Están castigando al Ejecutivo por decisiones del Poder Judicial en el caso Bolsonaro. Es una señal muy peligrosa, porque rompe con la separación de poderes y lleva el conflicto político al terreno comercial”, enfatizó.

¿Qué puede pasar si entran en vigor los aranceles?

Para el presidente de Analdex, el efecto inmediato sería una contracción del comercio global.

“Indudablemente, si se aplican los aranceles, el comercio va a caer. Vamos a ver desviaciones hacia otros socios que ofrezcan mejores condiciones, lo cual afectará a quienes pierdan acceso preferencial al mercado estadounidense”, señaló.

Citó el caso de China, que, ante restricciones similares en el pasado, redirigió sus importaciones de soya desde EE. UU. hacia Brasil, golpeando a los productores norteamericanos.

Donald Trump
Donald Trump, presidente de EE. UU. Imagen: Flickr White House.

Reindustrialización: una meta difícil para EE. UU.

Uno de los argumentos de la administración Trump para reactivar los aranceles es atraer nuevamente la producción industrial al país. Pero Díaz se mostró escéptico sobre esa posibilidad.

“¿Cómo va a hacer Estados Unidos para traer inversiones en sectores como acero o aluminio si no tiene mano de obra barata? Están sacando a los migrantes, que eran el soporte de esa fuerza laboral. Y, además, no tienen capacidad energética suficiente. El norte de EE. UU., por ejemplo, depende de la energía que le vende Canadá”, explicó.

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Según él, lo que se está viendo no es un regreso de las fábricas a EE. UU., sino un desplazamiento hacia otros países asiáticos.

“Muchas producciones están saliendo de China, pero se están moviendo a Vietnam, a Bangladesh. Y por eso también están imponiéndoles aranceles a ellos”.

La UE busca alternativas sin EE. UU.: ¿una nueva OMC?

Ante el debilitamiento del sistema multilateral por parte de EE. UU., la Unión Europea está promoviendo una alianza con los países del bloque transpacífico para fortalecer las reglas del comercio global.

“La UE está proponiendo revitalizar la OMC con un nuevo acuerdo que no incluya a Estados Unidos. Colombia y América Latina deberían analizar esas propuestas y ver cómo se pueden sumar a la construcción de nuevas reglas de juego”, dijo Díaz.

¿Qué escenarios se abren para el comercio global?

De cara al futuro, Díaz considera que los países deben prepararse para un reordenamiento comercial en el que los bloques regionales y las reglas bilaterales cobrarán mayor peso. Y aunque es posible que EE. UU. vuelva a aplazar la aplicación de los aranceles, “lo más grave ya ocurrió: se rompió la confianza en Estados Unidos como aliado comercial”.

“Colombia, y muchos otros países, veían a EE. UU. como un socio estable. Pero con este tipo de decisiones, la credibilidad se ha perdido. No solo aquí, sino en el mundo entero”, concluyó.