La administración Trump dio un paso clave este jueves para endurecer los controles de inmigración laboral al emitir una orden que exige una investigación más profunda para todos los solicitantes de la visa H-1B, el programa mediante el cual empresas estadounidenses contratan talento extranjero especializado, especialmente en el sector tecnológico.
De acuerdo con Reuters, la medida ha generado alerta inmediata entre empresas de tecnología, consultoras, startups y migrantes, debido a su potencial efecto sobre miles de solicitudes en trámite y futuros contrataciones.
Según el comunicado oficial, el nuevo nivel de “vetting” incluye verificaciones adicionales de antecedentes profesionales, auditorías más rigurosas a las empresas patrocinadoras y mayores requisitos de documentación para demostrar la legitimidad del empleo ofrecido.
Un giro en la política migratoria
Para la administración Trump, el objetivo es asegurar que la visa H-1B no sea utilizada para desplazar mano de obra local ni para facilitar contrataciones con salarios bajos, sino para atraer talento extranjero altamente calificado. En ese marco, se amplían los criterios de elegibilidad, se endurecen los requisitos de las empresas patrocinadoras y se incrementan las auditorías de casos ya aprobados.
Este cambio llega en un contexto de creciente preocupación por la competencia laboral internacional, la presión de sindicatos y sectores de la clase trabajadora en Estados Unidos, e intensos debates sobre migración, empleo y proteccionismo en medio del ciclo electoral que marcará 2026.
¿Qué cambia para solicitantes y empresas?
Bajo la nueva regulación, los solicitantes de visa H-1B deberán presentar documentación más robusta sobre su experiencia profesional, especialización, salarios propuestos, y certificaciones académicas.
Las empresas patrocinadoras, por su parte, enfrentarán una mayor carga administrativa: deberán demostrar que el puesto no puede ser ocupado por un trabajador estadounidense, justificar la necesidad del talento extranjero y someterse a auditorías periódicas.
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Para muchos, esta revisión adicional representa un gran obstáculo en tiempos de alta competencia por talento calificado. Consultoras de despachos de recursos humanos reportan un aumento en solicitudes de asesoría, lo que sugiere que el impacto podría sentirse en los próximos meses cuando se reanuden procesos de solicitudes y renovaciones de H-1B.
Además, el endurecimiento podría generar desde demoras en contrataciones urgentes hasta el replanteamiento de planes de expansión de empresas tecnológicas estadounidenses que dependen del talento global.
Para migrantes, empresas y profesionales internacionales, la nueva norma representa un período de incertidumbre. Muchos están evaluando sus opciones: postergar solicitudes, buscar alternativas en otros países, negociar contratos desde posiciones más conservadoras o replantear planes de despliegue internacional.
