Shanghái completa este lunes 23 días de confinamiento tras una nueva ola de Covid-19. Muchos de los 26 millones de habitantes denuncian escasez de alimentos. Lea más en noticias económicas internacionales.
Las autoridades chinas decretaron el confinamiento total en la capital financiera del país luego de que se presentara un nuevo brote de la Covid-19. Las restricciones a la movilidad, impuestas por el gobierno chino, permiten la salida de un único integrante por familia, que sea mayor de edad, al día, bien sea para abastecerse de alimentos o acudir a un centro de salud.
El incremento en los casos de Covid-19 ha venido en aumento desde mediados de marzo en la ciudad china. Las últimas cifras, reveladas este sábado, reportaron 25.000 nuevos casos de coronavirus en Shanghái, un número alto frente a la cantidad de contagios que se venía registrando. De ese total de infectados, solo 1.000 presentaban síntomas de la enfermedad.
La ciudad está custodiada por las autoridades que hacen cumplir la norma y, de cara a esta situación, gran parte de la población ha optado por los domicilios para abastecerse incluso hacen pedidos en grupo para lograrlo, sin embargo, el número de domiciliarios no ha dado tregua. Es así como aprobaron aumentar a 3.000 el número de domiciliarios en Shanghái.
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Luego de más de dos semanas de confinamiento la comida ha empezado a escasear, provocando la salida de miles de ciudadanos a las calles este fin de semana, cometiendo saqueos a varios establecimientos comerciales.
Los videos difundidos en las redes sociales dan cuenta de los desmanes que tuvieron lugar este sábado y domingo en Shanghái: gritos, robos y peleas por comida, entre otras escenas. Se observan varios grupos de personas saliendo con productos e incluso cajas enteras de los almacenes, pese al intento frustrado de las autoridades para controlar los saqueos.
El viernes Shangái abrió su mayor hospital temporal para casos asintomáticos y leves de la Covid-19 en el Centro Nacional de Exposiciones y Convenciones, el cual tiene la capacidad de alojar hasta 50.000 pacientes.
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Entre tanto, el presidente de China, Xi Jinping no piensa relajar las restricciones para frenar la propagación de la Covid-19. Es de recordar que la semana pasada celebró la política de “cero Covid-19” que ha sido la bandera de su gobierno desde que inició la pandemia hace más de dos años.
¿Amenaza para la economía?
Shanghái es el principal puerto de contenedores en el mundo y, en la actualidad, debido al confinamiento estricto por el gobierno, amenaza las cadenas de aprovisionamiento a nivel mundial.
Si bien hay flujo de camiones en la ciudad, miles de ellos están varados, debido a que los conductores deben cumplir con una cuarentena de dos semanas para salir. Como es de esperarse, la falta de camioneros repercute en la actividad del puerto de Shanghái, pese a que las autoridades afirman que, por lo menos, hay una decena de barcos a diario esperando para atracar.
Bettina Schön-Behanzin, vicepresidenta de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en Shanghái afirmó que “el problema es que, debido a las restricciones impuestas a los camioneros, el puerto no funciona realmente”, en diálogo con la AFP. Agregó que escuchó decir que los volúmenes del puerto bajaron en un 40% en una semana en el puerto.
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Es de anotar que el puerto de Shanghái representa cerca del 17% del tonelaje marítimo chino, por lo que cualquier alteración podría provocar la desaceleración del comercio del mayor exportador de mercancías a nivel mundial. En la actualidad ya hay afectaciones en lo productos importados.
Este confinamiento podría afectar el crecimiento económico del 5,5% que prevé el gobierno chino para 2022, el más bajo en 30 años.
(Con información de AFP)
