Con una contundente frase, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, dio un parte de tranquilidad acerca de la primera línea del metro capitalino.
La declaración la dio durante la inauguración del Centro de Tratamiento e Investigación sobre Cáncer (CTIC), que se llevó a cabo este jueves.
Allí, la mandataria local fue clara en decir: “La primera línea del metro de Bogotá no tiene ninguna reversa“.
Esta información se da luego de que miembros el equipo de empalme de Gustavo Petro, dijeran que se revisarán los avances del contrato. Lea más Noticias de Infraestructura.
Daniel Rojas, integrante de este grupo, detalló que hay una preocupación en la nueva administración, sobre todo porque la Nación está aportado el 70 % de los recursos para el metro.
“Si esa cofinanciación corresponde a lo que dicen los estudios de ingeniería de detalle, tendríamos el metro sobre rieles. Si no es así, la Nación estaría comprometiendo una gran parte de sus recursos en algo que no sabe cuánto vale”, dijo a Blu Radio.
¿Podría revisarse?
No obstante, para el exgerente de la Empresa Metro de Bogotá, Andrés Escobar, cualquier cambio tendría implicaciones para la ciudad y el país.
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En diálogo con Valora Analitik dijo: “No se puede hacer un cambio unilateral sin incurrir en 3detrimento patrimonial, es decir, sin generarle pérdidas al Estado”.
Y anotó que la única forma de que alguna de las partes -Distrito o contratista- pueda reclamarle a la otra es por incumplimientos y hasta ahora eso no ha sucedido.
Otra de las posibilidades para ajustar el contrato sería si hay un acuerdo bilateral. Para Escobar, sería difícil llegar a este escenario sin reconocerle un mayor costo al constructor.
Eso sin contar con que el cambio tendría que incluir la aceptación del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) y, probablemente, del Concejo de Bogotá.
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“Ellos aprobaron los recursos para un proyecto en particular. No se aprueba un crédito de US$1.000 millones para cualquier proyecto, es para uno que se evaluó durante seis meses”, agregó.
Es importante recordar que, durante la contratación del metro de Bogotá, el Banco Mundial tuvo diversas misiones de evaluación.
Diseños fase II y III
Acerca de la falta de diseños de ingeniería de detalles, el exgerente de la Empresa Metro aseguró que, si un gobierno quisiera adelantarlos y después licitar, incurriría en demoras para llegar a buen puerto.
Pero, sobre todo, podría direccionar el contrato hacia una empresa en particular. La razón, dice el exdirectivo, es que hoy en día hay muy pocas marcas que producen metros en el mundo.
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“Acá sucede como cuando se compra un computador: si yo pido un sistema operativo iOS, ya estoy diciendo que el único posible sería Apple”, dijo Escobar.
Algo similar pasa con los metros, que incluyen características diferentes según la empresa constructora. Entre estos, los sistemas de frenado, de aceleración, de recuperación de energía, por mencionar algunos
En su concepto, esos detalles no son necesarios para hacer una licitación, e incluso podrían ir en contravía por lo aprobado por la banca multilateral.
“Los bancos multilaterales con los que trabajamos dijeron que, bajo sus políticas, la licitación se tenía que hacer con diseños fase II (ingeniería básica avanzada) para darles garantías de participación a todos los países en igualdad de condiciones”, reveló.
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Y afirmó: “Por eso, no se puede desarrollar la ingeniería de detalle en esas licitaciones, la cual involucra componentes mecánicos, eléctricos y electrónicos”.
En todo caso, dijo que es positivo el hecho de que haya una comisión para revisar los avances de la primera línea del metro de Bogotá.
Vale recordar que esto mismo lo hizo Claudia López cuando ganó la Alcaldía de Bogotá y el resultado fue positivo, a tal punto que las obras del metro avanzan a toda marcha.
