El megaconstructor Mario Huertas alertó este miércoles por dos factores que podrían hacer pasar aceite a los megaproyectos de infraestructura en Colombia.
El primero tiene que ver con las altas tasas de interés que se están registrando en la banca, mientras que el segundo está relacionado con la devaluación del peso.
Sus declaraciones se dieron en el XIX Congreso Nacional de Infraestructura, organizado por la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), en Cartagena.
“Como se encarecieron créditos, estamos a la expectativa de que los compromisos de los proyectos 4G se cumplan como se estructuraron y a lo que los bancos prestaron”, dijo el empresario.
Y agregó: “(Espero) que no se vaya a enredar esta parte y puedan seguir creyendo en que sí pueden financiar obras en Colombia”.
A renglón seguido, señaló que el Gobierno debería fijar líneas de fomento, teniendo en cuenta que, en su mayoría, las obras de infraestructura se están desarrollando en municipios y departamentos.
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Otra opción, según Huertas, es que se le den compensaciones a la banca por hacer préstamos a proyectos de infraestructura.
De esta forma, se podría reducir algunos costos fijos para los financiadores de los megaproyectos y, por ende, se podrían respaldar más obras en el país.
El megaconstructor afirmó que otros de los retos es el incremento que ha sufrido el dólar durante los últimos meses.
De acuerdo con el directivo, el modelo de las 4G protegió a la infraestructura de la devaluación, por ende, el golpe lo podrían sentir la quinta generación (5G) de concesiones.
“Será mucho más difícil traer dólares para pagar esa devaluación (…) y el problema va a estar en el cierre financiero”, afirmó Huertas.
De otro lado, se refirió a los avances de las obras de TransMilenio de la Avenida 68, en Bogotá, donde su empresa Mario Huertas Cotes tiene cuatro de nueve tramos.
“Estamos avanzando fuertemente. Creo que, desde que exista la voluntad de apoyar la construcción de estas avenidas y corredores, las cosas fluyen”, afirmó.
En todo caso, dijo que se trata de obras complejas, en particular con lo relacionado al movimiento de redes que están enterradas bajo las vías.
Allí hay cables de telefonía, gas, datos, entre muchos otros, y todo está en servicio permanente para los ciudadanos. “Se deben actualizar las redes y esos son los inconvenientes”, informó.
A pesar de lo anterior, las primeras de estas obras se terminarán hacia el segundo semestre del 2023. Eso sí, algunas requerirán más tiempo, debido a su magnitud.
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