Esta es la reconocida empresa que conecta a Colombia por cables aéreos; va por más proyectos

Doppelmayr, de Austria, se ha consolidado en Colombia en cables aéreos y confirma que tiene interés de realizar más proyectos de este tipo.

Cables de Doppelmayr
Doppelmayr está actualmente construyendo dos cables aéreos nuevos en Bogotá. Foto: Cables de Doppelmayr/Cortesía
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Doppelmayr, una reconocida empresa austriaca de más de 130 de antigüedad, se ha consolidado en Colombia en cables aéreos y confirma que tiene interés de realizar más proyectos de este tipo.

Así lo confirmó en entrevista con Valora Analitik el gerente general de la firma en Colombia, Alejandro Zambrano.

Alejandro Zambrano

Foto: Alejandro Zambrano, gerente de Doppelmayr

Según el empresario, este tipo de transporte es clave para suplir las necesidades que existen en un sinnúmero de poblaciones, al tiempo que es medioambientalmente sostenible y de un costo asequible para las ciudades.

De hecho, los cables aéreos de Doppelmayr han sido clave para unir poblaciones marginadas en las grandes ciudades del mundo, incluyendo a Bogotá, donde actualmente realiza dos importantes obras.

¿Qué es Doppelmayr y qué papel ha jugado en proyectos de cables aéreos?

Doppelmayr es una empresa familiar de 130 años de antigüedad. Estamos en la cuarta generación del apellido Doppelmayr. Es una empresa que no cotiza en bolsa y ha decidido mantenerse como empresa familiar.

Es una empresa que se dedica al transporte de materiales y personas por sistemas de cable, es decir, todo lo que construimos tiene la tracción de un cable, que está siendo tirado por algún mecanismo y eso genera el movimiento.

Dentro de la carga, tenemos material a granel, por ejemplo, roca triturada, que es excelente para las minas que mueven material triturado y también lo hacemos por el aire.

Es como una banda transportadora, pero elevada, entonces podemos recorrer varios kilómetros sin tocar el suelo. Eso hace que el impacto ambiental sea mínimo, sustituyendo carreteras y camiones de gran envergadura.

Las bandas transportadoras también pueden ir por el suelo, así que podemos poner una torre cada kilómetro y eso, en términos de transporte, es muy económico.

Y en transporte de personas, tenemos varios tipos de teleféricos que se ajustan a las diferentes necesidades o problemáticas que haya que solucionar.

¿Cuál es o cuáles son los más comunes en Colombia?

El más común y conocido en Colombia es el teleférico que se llama mono cable, porque solo tiene un cable y es desenganchable, porque la pinza se engancha y se desengancha al cable.

Otro conocido en Bogotá es el de Monserrate, que solo tiene dos cabinas y está el funicular. Ambos son nuestros también, tanto el teleférico como el funicular.

En el caso del teleférico, es un vaivén y tiene dos cabinas, con lo cual arrancan al mismo tiempo porque están jaladas por un mismo cable, de manera que cuando una baja la otra sube, se cruzan en un punto medio y cuando llegan a la estación se detienen y ahí hay embarque y desembarque de personas y vuelve a arrancar.

La capacidad de transportar personas por hora depende de qué tan lejos queda la siguiente estación.

¿Cuáles otros tipos hay?

Hay otros tipos, digamos, para cuando hay vientos fuertes o se requieren salvar una longitud muy grande, en donde no se pueden poner torres como, por ejemplo, ríos, lagos o mar.

Para esto, tenemos un tricable en donde hay dos cables portantes (quietos), que sirven como riel y soportan el peso de la cabina, y, en medio, hay uno más que hace la función de tracción.

Cuando se tiene la cabina enganchada a dos cables, separados entre sí, tiene mucha más estabilidad al viento y soporta más carga. En un mono cable nos toca tener una torre cada 150, 200 o 300 metros, o hasta casi 500, dependiendo de la topografía. El Tri cable pueden llegar hasta 3 km.

Además, el año pasado, sacamos un producto novedoso que mezcla estos dos y saca uno que da las funcionalidades del tricable a un menor costo, aunque más costoso que un que un mono cable. Lo llamamos Three Line.

También tiene tres cables, pero todo lo hicimos como más pequeño, entonces más barato, pero de hecho llega a una capacidad mayor de hasta 8.000 personas por hora, que esto ya empieza a competir con sistemas como el tranvía.

Y también tenemos el mismo ya con una cabina para 20 personas con un mono cable y esa también daría 8.000 personas por hora que ningún otro fabricante en el mundo tiene en este momento.

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¿Cómo está la participación de mercado de Doppelmayr?

En cuanto a la cuota de mercado, Doppelmayr tiene 63 % del mercado mundial, más o menos. Con esto, en estos 130 años de experiencia hemos construido más de 15.400 sistemas en más de 90 países.

Actualmente, tenemos presencia en 50, donde tenemos subsidiarias, filiales o sucursales y ya somos más o menos 3.500 personas.

En Sudamérica, ya tenemos empresas en México, Panamá, Colombia, Venezuela, Bolivia, Perú, Chile y Brasil.

Y, a nivel local, hemos construido el teleférico del Santísimo en el Parque Nacional del Chicamocha. También construimos el TransMiCable de Ciudad Bolívar, en Bogotá.

Tenemos, además, uno en Antioquia para EPM que construyó para dar transporte a dos municipios muy chiquiticos y es muy similar al de Monserrate; y dos en el Parque del Café.

¿Qué proyectos tienen actualmente en Colombia?

Actualmente, estamos construyendo el de San Cristóbal, en Bogotá, unido al Portal del 20 de Julio. En este momento ya estamos en etapa de construcción y ya finalizamos la etapa de diseños.

Desde el año pasado, estábamos en lo que se podía construir sin diseños, como la rehabilitación de andenes y algunas cosas básicas, pero ya empezar a hacer pilotaje y obra pesada empezó en febrero.

Esta construcción durará dos años, así que debemos terminar hacia diciembre del 2025 y escuché que querían que empezara a ofrecerlo al público quizás en febrero o marzo del 2026.

En nuestro contrato, solamente hay diseño, construcción, y tenemos un año de mantenimiento. Sí hacemos el mantenimiento, pero no la operación a los usuarios.

Transmilenio como propietario debe delegar o contratar a alguien que haga esa tarea, como pasó, por ejemplo, en Ciudad Bolívar, donde el cable de Ciudad Bolívar se le acabó el contrato al operador privado y lo reemplazó La Rolita.

No sé si el alcalde actual quiera continuar con ese mismo esquema de darle los cables a La Rolita o mantenerla solo en buses, depende de sus intenciones.

Si no, pues TransMilenio tendrá que realizar algún tipo de licitación para nombrar un operador y, eventualmente, podríamos participar. Si abren una licitación, yo participaré, desde luego.

Doppelmayr también ganó recientemente otro proyecto en Bogotá…

Sí, está también vamos a empezar la construcción del cable de Potosí, que se une también al sur, en el portal del sur cerca a Soacha. Firmamos el contrato el 28 de diciembre y, en este caso, no hay diseños previos por parte del IDU, de manera que toca diseñar todo es de cero.

Tardaremos un año en hacer estos diseños, es decir, los terminaremos en enero del 2025 y ahí de nuevo tendremos 12 meses para la construcción, hasta enero del 2027.

Doppelmayr
Foto: Cables de Doppelmayr en Bogotá/Cortesía

¿Están viendo la posibilidad de hacer nuevos proyectos?

Los cables se convirtieron no sólo en un medio de transporte muy apetecido por porque gana votos, sino también muy eficiente y probado, que es eficaz.

Realmente, lo que promete lo cumple y entonces es un medio de transporte que yo creo que tiene un enorme futuro con para suplir muchas necesidades que hay en Colombia.

En Bogotá, desde 2012, se hizo un estudio de unos cables y de ahí salió el de Ciudad Bolívar y San Cristóbal, que (Gustavo) Petro como alcalde alcanzó a firmar el contrato del primero, más no sacó la licitación del de San Cristóbal.

(Enrique) Peñalosa no estuvo muy en cable y lo congeló, y luego Claudia López retomó el de San Cristóbal y lo volvió a hacer. Ella retomó ese estudio antiguo que había, hicieron una evaluación y los pusieron en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT).

Además de los anteriores, en el centro hay dos más, en el norte otro y uno adicional debería salir de una estación del metro por la Calle 26.

¿Y en otras ciudades?

En otras ciudades, Manizales siempre ha manifestado el deseo de tener cinco teleféricos unidos como en una especie de diamante. Ya tiene dos, está construyendo un tercero y quiere conectar otros dos, como en un anillo.

Es un municipio que tiene menos disponibilidad presupuestal, pero podría tener alguna atención del Gobierno Nacional, ahora que este puede aportar igual que como para el metro, el 70 % de los recursos. Eso le facilita al municipio aportar menor cantidad de recursos.

Pereira también ha manifestado tener interés en un teleférico que vaya a Dosquebradas; Ibagué, el año pasado, contrató un estudio de prefactibilidad para ver si es factible o no hacer un cable.

Santa Marta, por su parte, también hace muchos años quiere conectar El Rodadero con Santa Marta por encima del Cerro Ziruma. Tenemos esperanza de que algún día funcione y sería un teleférico realmente bonito.

Y, finalmente, lo que es Floridablanca y Bucaramanga también han mostrado interés recientemente.

A partir de ahí, intereses hay muchos, pero cada vez que nosotros visitamos a un cliente que tiene interés, el tema presupuestal siempre es el primer tropiezo y, a veces, es el definitivo, ya que muere el proyecto.

Hay municipios más pequeños que desearían tener cables, pero si no tienes una demanda suficiente que genere unos ingresos al sistema para hacerlo medianamente sostenible o con un leve subsidio del municipio, serían un descalabro económico.

Y, por otro lado, tienen otras necesidades. Hay unos teleféricos, unos sitios que yo totalmente pondría un cable, pero, primero, le tienen que mejorar a las personas el hospital, la salud y los colegios.

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