El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) señaló en su informe Visión LatAm que Colombia “necesita con urgencia un plan fiscal creíble para restaurar la confianza del mercado y evitar más presión sobre la calificación crediticia” porque se encuentra en un punto de inflexión.
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Según el análisis de la firma, la posición fiscal de Colombia está bajo una presión creciente debido a que los recortes estructurales del gasto aún no se han materializado, hay escepticismo en torno a las medidas de austeridad y el compromiso político con la consolidación parece débil.
Fuente: IIF.
También citó los frecuentes cambios de gabinete del presidente Petro, incluyendo a cuatro ministros de Hacienda desde 2022, y un enfoque en reformas controvertidas que “ha erosionado la continuidad de la política, mientras que el apetito por el gasto sigue inalterado”.
Este análisis se publica previo al lanzamiento del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), programado para el viernes 13 de junio, que esbozará las proyecciones de finanzas públicas y que “podría ser la última oportunidad del gobierno para presentar una estrategia fiscal creíble antes del ciclo electoral de 2026”.
El IIF recordó que el déficit general del gobierno central aumentó al 6,7 % del PIB en 2024, tras un breve período de consolidación entre 2022 y 2023, superando las proyecciones anteriores (5,6 %) en medio de un gasto primario elevado y ingresos fiscales decepcionantes.
“Este déficit creciente ha continuado en el primer trimestre de 2025, exacerbando los desafíos fiscales”, dijo en referencia a las cifras del Ministerio de Hacienda que daban cuenta de un desbalance del -2,1 % del PIB % con corte a marzo, la cifra más alta registrada en la serie, que comienza en 2004. Esto, según la firma, muestra presiones de gasto persistentes y alimenta las restricciones de liquidez del Gobierno.
“La rigidez del gasto sigue siendo una gran restricción, particularmente debido al aumento de los pagos de intereses (por encima del 4,5 % del PIB) y las transferencias continuas al Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles. Además, una ejecución presupuestaria más rápida contribuyó a la ampliación del déficit, con un 28 % de las apropiaciones comprometidas en el primer trimestre”, detalló.
Fuente: IIF.
Luego reveló que la reforma de pensiones, la intervención del gobierno en el sistema de salud y los cambios aprobados al Sistema General de Participaciones (SGP) podrían aumentar el gasto en más del 2 % del PIB a mediano plazo sin ahorros compensatorios o nuevos ingresos.
El informe advierte escepticismo entre los inversores y el mercado en general frente a la posibilidad de que el déficit fiscal cierre el año en línea con lo proyectado por el Gobierno (5,1 % del PIB). Sus cálculos estiman que el indicador llegue al -7 % del PIB, comparable a los niveles de la pandemia y muy por encima del nivel requerido para estabilizar la deuda pública a corto plazo.
“Se necesita un plan de acción creíble para la consolidación fiscal para evitar más presión alcista sobre la inflación y una posible degradación de la calificación crediticia. Lograr esta meta requiere más del 2,5 % del PIB en ajustes, reflejando altos riesgos de implementación”, anotó el IIF.
El Instituto señaló que se requerirán recortes significativos en el gasto, incluida la eliminación gradual del subsidio al diésel y la contención del aumento de costos por subcontratación de servicios.
También se refirió a la suspensión del acceso de Colombia a la Línea de Crédito Flexible (FCL) del Fondo Monetario Internacional (FMI) por US$8.100 millones, citando preocupaciones sobre la credibilidad de la política fiscal y la necesidad de completar la consulta del Artículo IV y la revisión de medio año.