En la presentación de sus resultados semestrales correspondientes a 2025, la empresa Eastman Kodak, dedicada al sector fotográfico y con más de 133 años de trayectoria, advirtió a sus inversionistas sobre la posibilidad de su salida definitiva del mercado.
La compañía informó que actualmente no cuenta con financiación comprometida ni con la liquidez necesaria para cumplir con sus obligaciones de deuda, que ascienden a cerca de US$500 millones. Esta situación ha generado inquietudes sobre la viabilidad de la empresa y su capacidad para sostener sus operaciones.
En un comunicado oficial, Kodak señaló: “En consecuencia, estas condiciones plantean dudas sustanciales sobre la capacidad de la compañía para continuar como empresa en marcha a la fecha de publicación de sus estados financieros del segundo trimestre”.
Entre las medidas contempladas, la firma busca suspender el pago de sus planes de pensiones, al tiempo que expresó preocupación por el impacto que podrían tener los aranceles en la producción de sus productos fotográficos en Estados Unidos. Según datos del mercado, las acciones de la compañía registraron una caída superior al 7 % en recientes jornadas bursátiles.
Presencia histórica de Kodak en Colombia
Kodak tuvo una destacada presencia en Colombia, inicialmente mediante la importación y distribución de cámaras y rollos fotográficos. Durante las décadas de 1960 y 1970, estableció oficinas físicas en diferentes ciudades del país, lo que fortaleció su posicionamiento en el mercado nacional.
En esa época, las familias colombianas acostumbraban a registrar sus eventos y momentos especiales con cámaras manuales que utilizaban rollos fotográficos. Posteriormente, las imágenes eran reveladas e impresas para ser conservadas en álbumes familiares, un hábito común que contribuyó a la popularidad de la marca.
Con el tiempo, Kodak impulsó la instalación de laboratorios de revelado fotográfico en el país, lo que permitió agilizar los tiempos de entrega y mejorar el servicio al cliente. Sin embargo, a partir de la década de 2000, el mercado comenzó a experimentar un cambio significativo debido al crecimiento de la fotografía digital. La demanda de rollos y servicios de revelado disminuyó de manera sostenida, lo que afectó de forma directa el modelo de negocio de la compañía.
La contracción del mercado llevó al cierre progresivo de laboratorios y a una reducción considerable en sus operaciones en Colombia. A pesar de los esfuerzos por adaptarse mediante la introducción de cámaras digitales y otros productos relacionados, la aceptación por parte de los consumidores no alcanzó los niveles esperados. Finalmente, la empresa decidió cesar sus actividades en el país.