El ministro de Hacienda, Germán Ávila, reveló en el Congreso de la República cuáles serán las fuentes de financiamiento que el Gobierno colombiano usará para financiar la reforma a la salud, que costaría $112,6 billones en su primer año.
Durante su intervención este miércoles en la Comisión Séptima del Senado, donde se lleva a cabo el segundo debate de la iniciativa, el funcionario detalló que el recaudo de los impuestos saludables (cobrados al consumo de bebidas azucaradas y alimentos procesados) y los 0,5 puntos de la devolución del IVA constituirán el mayor aporte, lo que supone el aval fiscal definitivo, que será radicado dentro del Presupuesto General de 2026.
En el caso de los impuestos saludables, el recaudo comenzará en $2,9 billones en 2026 y aumentarán a $4,0 billones en 2036. Por su parte, el IVA social aportará $2,0 billones en 2026 y crecería hasta $2,7 billones en 2036.
Estos cálculos del Ministerio de Hacienda se hicieron tras realizar ajustes en los conceptos de la primera versión de la reforma a la salud del presidente Gustavo Petro. Además, las nuevas fuentes se sumarán a los soportes actuales del Gobierno, de forma que, a partir de 2036, el sistema de salud recibiría casi $6,8 billones adicionales cada año.
Además, el proyecto también contempla la inclusión de cuatro fuentes de recursos temporales, a través de las cuales se obtendrían $447.000 millones por una única vez para cubrir deudas acumuladas del sistema: el Fondo de Solidaridad de Fomento al Empleo y Protección al Cesante, los excedentes del saneamiento de aportes patronales, los excedentes del sector salud no comprometidos a diciembre de 2019 y la estampilla pro salud.
Ávila aprovechó para justificar la necesidad de una ley de financiamiento, que hasta ahora el Gobierno no ha radicado y que sería fundamental para cambiar el sistema de salud en el largo plazo, el cual describió como un “saco roto”, dado que los recursos inyectados resultan insuficientes de manera permanente.
Al término del debate, el ministro del Interior, Armando Benedetti, señaló que con el aval financiero es posible avanzar al tercer debate del proyecto de ley. Sin embargo, los congresistas de la oposición insistieron en que no conocían el nuevo aval y anticiparon que el ministro tendrá que regresar al Senado para explicar en detalle las cifras.
Vale la pena recordar que precisamente la Comisión Séptima del Senado fue la que rechazó en abril del año pasado la primera versión de la reforma a la salud, radicada en el Legislativo en febrero de 2023, y votó por archivarla a pesar de haber sido aprobada por la Cámara de Representantes.
La nueva reforma a la salud, radicada a finales de 2024, tuvo algunas modificaciones respecto a la propuesta anterior, pero mantiene la intención de fortalecer el sistema público, la atención primaria y el papel de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES). En marzo de este año logró su primera aprobación en la Cámara de Representantes.
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