La Fundación de la Copa Mundial de Esports (EWCF) anunció la creación de la Copa de Naciones de Esports (ENC), una competencia que se desarrollará cada dos años y que pondrá a prueba a los mejores jugadores del mundo bajo una sola bandera.
A partir de noviembre de 2026 en Riad, Arabia Saudita, la ENC busca inyectar la pasión y la identidad compartida que definen a los eventos deportivos más emblemáticos, como los Juegos Olímpicos o la Copa Mundial de la FIFA. «La competición entre naciones es la máxima expresión del deporte», afirmó Ralf Reichert, director ejecutivo de la EWCF.
Su visión es clara: replicar la profundidad emocional que convierte un simple juego en un movimiento cultural, otorgando a cada aficionado un himno, una bandera y un equipo nacional al que alentar con fervor. Pero, además de todo eso, se le suma una cantidad que podría rondar los US$70 millones en premios para repartir entre los participantes.
La industria de los eSports ha crecido exponencialmente, con un valor de mercado global que se proyectó en más de US$2.500 millones en 2024, según datos de Mordor Intelligence. Además de eso, los torneos individuales ya han establecido récords de audiencia y premios.
Como dato que puede marcar un precedente, la final del Campeonato Mundial de League of Legends en 2024 alcanzó un pico de 6,94 millones de espectadores simultáneos, superando las audiencias de finales de torneos de deportes tradicionales. La ENC pretende capitalizar este fenómeno al sumar un nuevo componente de “lealtad nacional”, un factor que ha estado ausente en un deporte por ahora dominado por los clubes.
¿Cómo se desarrollará la ENC?
La Copa de Naciones de Esports se dividirá en siete regiones: Norteamérica, Sudamérica, Europa, África, Asia, Oriente Medio y Norte de África, y el Sudeste Asiático y Oceanía. Esta estructura no solo garantiza una representación global, sino que también fomenta el desarrollo de escenas locales y talentos emergentes. A diferencia de otros eventos, la EWCF trabaja en armonía con los principales editores de juegos como EA, Krafton, Tencent y Ubisoft para co-diseñar los formatos de clasificación y asegurar la autenticidad competitiva.
La ENC recompensará a cada participante con un premio monetario garantizado, independientemente de su rendimiento. Además, se implementarán mecanismos de compensación para los clubes, reconociendo su papel en el desarrollo de los jugadores y evitando conflictos de calendario. Esto representa un avance significativo, ya que en el pasado los clubes temían perder a sus estrellas en compromisos nacionales. La meta es que los clubes se sientan recompensados y no penalizados por el éxito de sus atletas a nivel de selección.
Colombia: un titán emergente en el escenario mundial
La inclusión de Sudamérica como una de las siete regiones clave de la ENC abre una puerta de oro para el talento colombiano. El país ha visto un crecimiento notable en su escena competitiva, con el reconocimiento oficial de los eSports como disciplina deportiva en este 2025. Esto, sumado al apoyo de diversas federaciones y la proliferación de talento, posiciona a Colombia como un actor relevante en el continente.
Jugadores colombianos como Juan «KingTeKa» Domínguez en Dota 2 o la representación de la Federación Colombiana de Deportes Electrónicos (FeColDe) en eventos como los Global Esports Games, donde el país se ha ubicado entre los ocho mejores en títulos como eFootball, son un claro testimonio del potencial nacional. La participación de Colombia no solo podría generar un sentido de pertenencia en la afición, sino que también impulsaría la inversión gubernamental en infraestructura y programas de desarrollo para las nuevas generaciones de ‘gamers’.
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La primera edición en Riad será el punto de partida para un modelo de sede rotativa, acercando el torneo a diferentes culturas y ciudades, y reforzando la visión de la EWCF de posicionar a los eSports como uno de los deportes con mayor crecimiento en el mundo.