En su Informe de Política Monetaria, el Banco de la República de Colombia anunció cambios en sus pronósticos de inflación y crecimiento económico para 2025 y 2026, mientras llamó la atención por los efectos de lo que sería una fuerte alza del salario mínimo para el próximo año.
El documento detalla que durante el tercer trimestre la inflación total (5,2 %) aumentó, la inflación básica (que excluye alimentos y regulados, 4,8 %) se mantuvo estable, y ambos indicadores registraron tasas superiores a las proyectadas en el Informe de julio. “El nuevo escenario de pronóstico sugiere una convergencia más lenta hacia la meta del 3 %”, advirtió el equipo técnico del banco central colombiano.
Exceptuando la canasta de regulados, dijo, las variaciones anuales de los principales grupos del índice de precios al consumidor (IPC) “sorprendieron al alza con respecto a lo estimado en julio”.
El mayor desvío se observó en los alimentos, debido a un ciclo alcista más persistente en los precios de los perecederos, aumentos en los costos laborales, incrementos no anticipados en los precios internacionales de ciertos alimentos y fertilizantes, y otros choques de oferta. Todo esto en un entorno de demanda relativamente fuerte, indicó el informe.
En contraste, los precios regulados registraron una variación inferior a la prevista, principalmente por menores ajustes en los servicios de electricidad, atribuibles a una mayor participación de las hidroeléctricas en la generación de energía y a cambios regulatorios en el sector.
“Las sorpresas al alza en servicios y bienes se relacionan con una demanda interna más dinámica de lo esperado, una desaceleración más lenta en los arriendos, el impacto del aumento en los precios de los alimentos sobre las comidas fuera del hogar, y algunos incrementos no previstos en los precios internacionales de bienes”, dijo el BanRep. Asimismo, señaló que los aumentos observados en las expectativas de inflación podrían estar presionando varios precios de la canasta del consumidor.

Al incorporar estas sorpresas en los pronósticos, “se estima una convergencia más lenta de la inflación total y básica a la meta del 3 %. Al final de 2025 la inflación total terminaría en el 5,1 % (antes 4,7 %) y la básica en el 4,7 % (antes 4,2 %)”.
Esto implicaría, según el informe del banco central, que en 2026 varios grupos del IPC, como los arriendos, se indexarían a una tasa de inflación más elevada. A esto se sumaría una reducción algo más rápida de los excesos de capacidad productiva con respecto a lo previsto en julio.
Estas mayores presiones inflacionarias, dijo, se verían parcialmente compensadas por las reducciones de los precios de bienes importados, debido a una tasa de cambio menor de la incorporada en las proyecciones de julio. Así, para diciembre de 2026 se proyecta una inflación total del 3,6 % (antes 3,2 %) y una inflación básica del 3,5 % (antes 3,3 %).

El Banco de la República aseguró que “estas proyecciones siguen enfrentando una elevada incertidumbre, principalmente por el impacto de un posible aumento del salario mínimo en 2026 superior a la inflación observada más el aumento de la productividad laboral, la evolución futura de la tasa de cambio, los efectos de los aumentos de aranceles en el comercio global, los choques de oferta que afectan los precios internacionales de los alimentos y las disposiciones relacionadas con los ajustes en los precios de bienes y servicios regulados”.
Menor crecimiento económico
El crecimiento económico para el segundo trimestre de 2025 (2,5 %) fue similar al estimado (2,6 %), con una dinámica de la demanda interna (4,1 %) que completó cuatro trimestres con aumentos significativos, muy superiores a los del producto, explica el documento del banco central.
Con base en la nueva información, el equipo técnico de la entidad se proyecta un crecimiento económico del 2,6 % para 2025 y del 2,9 % para 2026.

La debilidad de la producción y las exportaciones de petróleo y carbón persistiría igualmente, advirtió. En este contexto, el pronóstico de crecimiento económico del BanRep se ajustó al 2,6 % para 2025 (desde un 2,7 %) y se mantuvo en el 2,9 % para 2026.
Tasas restrictivas más tiempo
“La fuerte dinámica de la demanda interna, muy superior a la del producto, junto con una inflación total y básica que se han estabilizado en niveles elevados, unas expectativas de inflación que superan la meta del 3% y que aumentaron en el tercer trimestre, y riesgos inflacionarios significativos en el horizonte de política sugieren que debe mantenerse una postura restrictiva de la política monetaria”, señala el Informe de Política Monetaria del Banco de la República.
Durante la rueda de prensa que anunció la estabilidad de las tasas de interés en 9,25 % en octubre pasado, el gerente del banco central, Leonardo Villar, dijo que las tasas podrían seguir en los actuales niveles por más tiempo debido a las incertidumbres ya señaladas.
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