A mediados de noviembre, el Gobierno de los Estados Unidos anunció la eliminación de los aranceles que se habían impuesto sobre las importaciones de café, una disposición que hacía parte de la estrategia comercial de la administración Trump.
En el caso de Colombia, los productores nacionales estaban enfrentando una tarifa aduanera del 10 %. Con el retorno del dato al 0%, no solo mejoran las condiciones para las ventas externas del grano, sino que también impulsan la competitividad del producto colombiano en el mercado.
El retiro de este impuesto también benefició a otras naciones en las que el café tiene un alto peso en la actividad económica. Por ejemplo, Brasil, principal proveedor de este alimento a EE. UU., venía haciéndole frente a una tarifa del 50% desde agosto.
Ante este panorama, ¿cómo se espera que se mueva el sector nacional para mantener su ventaja competitiva?
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El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), Germán Bahamón, explicó que con esta medida el mercado vuelve a la “normalidad”.
“Lo que hoy podemos decir es que todos los orígenes volvimos a tener el 0 % de arancel de importación y Colombia deja de tener esas distorsiones que podía provocar o una competitividad si tuviéramos inventario guardado o una perversa tentación de algunos de importar café Colombia para triangular”, indicó.
De la misma manera, destacó que esa posición se mantendrá gracias a la calidad con la que se entrega el café colombiano.
“Hoy podemos darle un parte de tranquilidad a los cafeteros colombianos de que el retorno del arancel al 0% en las importaciones de todos los orígenes a los Estados Unidos nos vuelve a dar la competitividad que está basada única y exclusivamente en calidad”, añadió.
En el marco de la 94° edición del Congreso Nacional Cafetero, la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, también explicó que en ese contexto se hizo una solicitud al Ministerio de Comercio para revisar el tema de acotar las importaciones de café en términos de quién está importando y cuál es el destino de las importaciones.
La titular de la cartera señaló que la incertidumbre comercial generaba preocupaciones en torno a una posible triangulación.
En ese sentido, “lo que el Ministerio de Agricultura refirió al Ministerio de Comercio en virtud de esa situación es que adoptara medidas para que el café que se importara tuviera una destinación clara y no fuera café para exportación o para mezclas que también pueden ir en contra de la calidad de la especialidad de nuestro café”.
