La International Football Association Board (IFAB) analiza permitir que el VAR intervenga en jugadas de tiros de esquina y segundas tarjetas amarillas en competencias de primer nivel, incluida la próxima Copa Mundial de la FIFA 2026.
Según reportes de prensa inglesa, esta modificación, si es aprobada, podría incorporarse desde el Mundial 2026, lo que representaría una ampliación significativa de los escenarios de revisión.
Hasta ahora, el uso del VAR se limita oficialmente a cuatro situaciones: goles, penales, expulsiones directas y confusión de identidad. Con el nuevo planteamiento, se podrían revisar decisiones de balón detenido en córner (línea de fondo, último toque, etc.) o segundas tarjetas amarillas que deriven en expulsiones.
El cambio consolidaría la tendencia de la FIFA de incorporar más tecnología en el arbitraje: tras la llegada del fuera de juego semiautomático en 2022, la institución apunta a perfeccionar aún más la precisión y la transparencia de las decisiones.
La resolución final corresponde a la reunión de la IFAB, prevista para marzo, en la que se definirá si el VAR ampliado será opción para torneos mayores. Si se aprueba, las federaciones y organizadores deberán evaluar costos, logística y protocolos para implementar el sistema.

¿Qué costos implica un VAR “full” en grandes torneos?
La implementación de un sistema VAR completo (cámaras, sala de operaciones, operadores y licencias) tiene costos significativos. En ligas europeas se ha estimado que operar VAR en una temporada puede rondar los US$6,5 millones.
Algunas ligas menores o federaciones en países con menor capacidad financiera han optado por sistemas más sencillos o por descartar el uso de VAR debido a su costo. Por ejemplo, en Guatemala se estimaba un valor cercano a US$2.000 por partido, cifra que muchos clubes consideraban insostenible.
En el caso colombiano, un sistema VAR implica un gasto anual de aproximadamente $12.000 millones, lo que corresponde a cerca de $26,5 millones por partido.
Una posible expansión del VAR en el Mundial 2026, incluyendo tiros de esquina y segundas tarjets amarillas, aumentaría los costos: más cámaras, más personal técnico, mayor tiempo de revisión e infraestructura adicional.
Esa carga económica recaería sobre la FIFA o las federaciones anfitrionas, pero también podría impactar el presupuesto total del torneo.

Riesgos del cambio e implicaciones para el Mundial 2026
Aunque el VAR ampliado podría aumentar la justicia deportiva, también representa desafíos importantes:
- Más tiempo muerto: cada revisión requiere segundos o minutos adicionales, lo que podría afectar la dinámica del partido.
- Mayor costo operativo: más cámaras, personal y equipamiento elevan los costos de producción del torneo.
- Mayor presión para árbitros y operadores: al ampliar los supuestos de revisión, la carga laboral y la responsabilidad aumentan significativamente.
- Expectativas más altas: con un sistema más completo, los aficionados exigirán decisiones prácticamente perfectas. Cualquier error podría generar reacciones aún más fuertes.
Además, muchas ligas y federaciones en regiones con presupuestos limitados ya consideran el VAR costoso. Para ellas, un sistema expandido sería todavía más difícil de adoptar.
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De aprobarse en marzo, el Mundial 2026 podría convertirse en el torneo que marque un antes y un después en la tecnología arbitral del fútbol, reduciendo polémicas históricas y fortaleciendo la credibilidad de los resultados.




