La situación de la empresa de energía Air-e, intervenida por el Gobierno de Colombia desde septiembre de 2024, se ha convertido en el epicentro de un debate nacional. ¿Por qué?
Mientras la Superintendencia de Servicios Públicos defiende la gestión realizada durante el primer año de intervención, gremios y líderes políticos advierten que la compañía es financieramente inviable y que su crisis amenaza la estabilidad de todo el sistema eléctrico del país.
De hecho, el senador José David Name afirmó, en su cuenta de X, que la deuda total de Air-e ya supera los $3,6 billones, de los cuales el 67 % ($2,4 billones) corresponde a obligaciones con generadores de energía.
Según su desglose, $927.000 millones provienen del periodo previo a la intervención y $1,4 billones se acumularon después de la toma de posesión.
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Para Name, este pasivo creciente no solo compromete a la empresa, sino que “golpea a todo el sistema eléctrico nacional” y podría poner en riesgo el respaldo térmico, con la amenaza de apagones en el país.
Los gremios recurren a la justicia por el tema de Air-e
La Veeduría Ciudadana del Proceso de Toma de Posesión de Air-e, integrada por gremios y cámaras de comercio de Atlántico, Magdalena y La Guajira, interpuso una acción de cumplimiento ante el Tribunal Administrativo del Atlántico.
El recurso busca que el Gobierno, a través de los ministerios de Hacienda y Minas y Energía, y la propia SuperServicios, gestione recursos inmediatos para financiar a la compañía mediante créditos y garantías de la Nación.
El comunicado advierte que, tras un año de intervención, la deuda de Air-e con los generadores se triplicó y ya ronda los $2,4 billones, de los cuales alrededor de $1 billón corresponde a las plantas térmicas, cuya operación es vital para el suministro eléctrico.
Además, se señala que Air-e atiende el 11 % de la demanda nacional y el 44 % del sistema de transmisión regional norte, lo que multiplica el riesgo de un colapso si la situación financiera se agrava.
Los gremios también cuestionan la falta de un plan de intervención claro, el retraso en inversiones de modernización y mantenimiento, y la exposición que tendrá la empresa en 2026, cuando deba comprar hasta el 70 % de la energía en bolsa, a precios más altos, trasladando el sobrecosto a los usuarios.
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SuperServicios defiende su gestión
La versión oficial es distinta. Según la más reciente información de la SuperServicios, durante el primer año de intervención se logró garantizar la prestación continua de energía a los 1,4 millones de usuarios de Atlántico, Magdalena y La Guajira, evitando riesgos de interrupción.
La entidad asegura que las tarifas en la Costa Caribe son hoy más bajas que en otras regiones gracias a la contratación directa y a medidas regulatorias que redujeron la exposición de Air-e en la bolsa del 55 % al 14 %.
Además, el Fondo Empresarial ha inyectado $148.000 millones para cumplir compromisos con los generadores, lo que, según la SuperServicios, ha estabilizado la cadena de pagos.
Otros avances destacados incluyen la formalización laboral de más de 400 trabajadores, la reducción de esquemas de tercerización y la mejora en los canales de atención al usuario.
“Air-e está dejando atrás el modelo del pasado. Hoy somos una empresa con procesos abiertos y un plan claro para garantizar la energía a los usuarios”, aseguró el agente interventor Nelson Vásquez.
Y es que las cifras financieras son el principal punto de discordia. Mientras la SuperServicios afirma que el balance es más ordenado y sostenible, la veeduría y el senador Name sostienen que el flujo de caja es insuficiente: de los $530.000 millones que Air-e debería recaudar mensualmente, solo entran $345.000 millones, lo que deja un déficit de $185.000 millones al mes.
Este rezago se explica en gran parte porque de los 1,37 millones de clientes facturados, apenas 757.000 pagan el servicio, y la mayoría pertenecen a estratos 1, 2 y 3, altamente dependientes de subsidios estatales.
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El reto inmediato
La crisis de Air-e no se limita a la región Caribe. Sus deudas afectan a los generadores, transmisores y distribuidores de energía en todo el país. “Si se cae el respaldo térmico, el país entero podría enfrentar apagones”, advirtió Name.
La Comisión Accidental del Congreso que hace seguimiento a la intervención continuará en busca de soluciones. Para los gremios, no basta con inyectar dinero: se requiere una salida estructural que estabilice el sistema y proteja a los usuarios.
En medio de la disputa de versiones, lo cierto es que la compañía sigue en un delicado equilibrio. Air-e es hoy un caso de prueba para la política energética nacional: su desenlace marcará el rumbo no solo del servicio en la Costa, sino la confiabilidad del sistema eléctrico colombiano en su conjunto.
Ministro Edwin Palma pide que Congreso cite a dueños de Air-e por incumplimientos y crisis en la costa Caribe
El ministro de Minas y Energía, Edwin Palma Egea, advirtió, en la Comisión V del Senado, que los dueños son los principales responsables de la crisis financiera y operativa de la compañía.
Por eso, solicitó que sean citados por la comisión para responder por las responsabilidades que han tenido en la mala prestación del servicio y lo que denominó un “acoso judicial” contra el Gobierno Nacional.
En su intervención, el jefe de la cartera energética pidió el apoyo del Congreso de la República y de las instituciones del Estado para garantizar que los 1,4 millones de usuarios de Air-e, en Atlántico, Magdalena y La Guajira, reciban un suministro digno y de calidad.
“Que un gran mercado energético en el país tenga energía eléctrica de calidad, confiable, permanente, pero que además sean bien tratados por una empresa de servicios públicos, porque su razón de ser son los usuarios. Si se trata mal a los usuarios pues los usuarios rompen ese pacto social que tienen con estas empresas”, consideró.
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Palma recordó que, en su informe del 30 de noviembre de 2024, se documentaron graves irregularidades, entre ellas:
- Maltratos contra los usuarios y ruptura del pacto social en la Costa Caribe
- Incumplimiento de inversiones por parte de los dueños de Air-e, lo que contribuyó al incremento de las tarifas
- Sabotaje mediante un ataque cibernético que afectó directamente al pueblo caribeño