La Cámara de la Industria de Alimentos de Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) reveló un informe en que se advirtió que los alimentos ‘ultraprocesados’ tendrían un incremento de 20 % en el precio por el tributo que se establece en el proyecto de reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro.
La semana pasada se aprobó el proyecto en primer debate y en él se incluyeron impuestos a bebidas azucaradas alimentos ultraprocesados.
Con la medida dispuesta en el documento se aumentaría gradualmente hasta 20 % el precio de venta de los alimentos producidos o importados de las categorías mencionadas, comenzando con un 10 % en 2023 y llegando al 20 % durante 2025.
De acuerdo con la ANDI, “esto implica el traslado de costos adicionales para el consumidor final que busca abastecerse de alimentos para el hogar, y que ha tenido que enfrentar la situación inflacionaria”.
Precisamente, en septiembre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) presentó una variación anual del 11,4 % jalonada, según el DANE, por una variación anual de los alimentos de 26,62 %.
Entre las categorías que resultarían gravadas están las de chocolate de mesa y galletas; algunos derivados lácteos (cuajada, bebidas lácteas, helados); chorizos, hamburguesas y trozos de pollo; snacks, salsas (tomate, mayonesa, mostaza, etc.); dulces; tortas, ponqués, panes tajados y tostadas; purés, compotas, mermeladas, algunos condimentos; café soluble, entre otros.
Efectividad del impuesto
La ANDI expresó que si bien este tributo considera que el sobrepeso y la obesidad tienen como causa principal el consumo de alimentos industrializados y pretende desincentivar su adquisición, “en ningún país donde se han implementado este tipo de impuesto se ha logrado disminuir los indicadores en obesidad o enfermedades no transmisibles”.
Por ejemplo, se dice que en 2014 México implementó el impuesto saludable con el objetivo de reducir los índices de las Enfermedades No Transmisibles (ENT) a partir de la disminución en el consumo de bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido calórico.
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Sin embargo, según su Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, la prevalencia de la obesidad pasó de 72,5 % en 2016 a 75,2 % en 2018.
Por el contrario, el gremio afirmó que esta medida va en contra de las clases menos favorecidas, “al contemplar una política fiscal que afecta la cadena productiva e impacta la productividad del país. Esta situación resulta contraria a las prioridades del nuevo gobierno frente a la promoción de la equidad y la seguridad alimentaria”.
“Como industria de alimentos consideramos que esta medida afecta profundamente al consumidor, dado que este tendrá que pagar por sus alimentos un valor mucho más alto con afectación directa sobre su economía”, expuso Camilo Montes, director ejecutivo de la Cámara de la Industria de Alimentos de la ANDI.
Agregó que también afecta a los tenderos cuya mayor parte de los ingresos viene de la venta de productos gravados con este impuesto; “y también perjudica a los productores agrícolas, especialmente campesinos que producen las materias primas”.
En el documento de observaciones emitido por el gremio, se cita una simulación preliminar realizada por el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana que indica que los hogares de menores niveles de ingresos verían un impacto del 4,67 % como consecuencia de los impuestos a los alimentos y bebidas.
“Es decir, las familias más vulnerables del país, que dedican una mayor parte de su presupuesto a la compra de alimentos, se verían considerablemente afectadas con el incremento en los precios de los productos”, complementó la ANDI.
Impacto a tenderos
Con respecto a las tiendas de barrio, y según Fenalco, estas generan cerca de 1,8 millones de empleos, el 90 % (450.000) están en estratos 1, 2, 3 y 4 y, en estas, el 70 % de los productos que venden son los que va a ser impactados.
“Se pone en riesgo la viabilidad de estos comercios y podrían desaparecer cerca de 250.000 tiendas”, añadió la ANDI.
Finalmente, fuentes como Raddar concluyen que los impuestos saludables sumarían hasta un 2 % a la inflación de los hogares.
“Cabe indicar que además de impactar a la industria de alimentos, este impuesto afectará a los campesinos que producen materias primas como leche, carne, cacao, papa, plátano, cebolla, tomate y frutas, que se emplean en las formulaciones industriales indicadas en el impuesto saludable a los ‘ultraprocesados’”, concluyó el gremio empresarial.
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