La Corporación Financiera Colombiana (Corficolombiana) avanza a toda marcha en las vías de cuarta generación (4G) que está construyendo en el país.
Esta compañía, que hace parte del Grupo Aval, fue adjudicataria de cuatro proyectos de 4G, según dijo Gustavo Ramírez, vicepresidente de Inversiones de Corficolombiana.
Tres de estas son de iniciativa pública: Pacifico 1, en el departamento de Antioquia; Villavicencio-Yopal, en los departamentos de Cundinamarca y Casanare y Mulaló-Loboguerrero en el Valle del Cauca.
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Una más es de iniciativa privada: el proyecto Chirajara – Fundadores, que es el tercer tramo de la vía Bogotá – Villavicencio, en los departamentos de Cundinamarca y Meta.
Avances de proyectos
Del total, tres avanzan en su última parte de la etapa de construcción, es decir, están cerca de quedar listas al 100%.
En tanto, la iniciativa en el Valle del Cauca no ha iniciado la etapa de construcción por demoras en la expedición de la licencia ambiental y la posición de ciertas comunidades que se oponen al proyecto.
A pesar de este caso, los demás proyectos de infraestructura de Corficolombiana avanzan a toda marcha, agregó Ramírez.
El más adelantado es el de Chirajara – Fundadores que cerró el 2021 con un avance de obra del 95% y en el transcurso de 2022 se concluirá la obra.
Esta es una carretera de montaña con las mejores especificaciones de túneles y viaductos que conectará Bogota con Villavicencio y todos los Llanos Orientales.
En el caso de Pacifico 1, el proyecto terminó el 2021 con un avance de 83%. Este es el proyecto de mayor tamaño y complejidad de la cuarta generación.
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Conecta la salida sur de Medellín con Bolombolo, siendo el primer tramo del corredor de proyectos de cuarta generación que conectarán a Medellin con la costa Pacífica.
Finalmente, el proyecto Villavicencio – Yopal cerró el año pasado con un avance del 70%. Este proyecto a lo largo del piedemonte llanero comunica el centro del país con el Casanare.
Beneficios de las vías 4G
De otro lado, el Vicepresidente de Inversiones de Corficolombiana explicó que “la cuarta generación de concesiones representó la respuesta de política pública y de mercado a los retos que se habían visto en los últimos años, así como a la necesidad de acelerar la inversión en infraestructura de conectividad nacional”.
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En este sentido este programa significó diversas novedades, según explicó el directivo:
- Un cambio de escala: los proyectos 4G tuvieron un tamaño promedio superior a $1,5 billones, es decir, un nivel de inversión por proyecto que más que triplicó lo que se vio hasta la tercera generación.
- Un modelo de conectividad nacional: se diseñaron corredores viales de largo recorrido. Este enfoque buscó superar los alcances pasados de vías de acceso a grandes ciudades y también creó la necesidad de tener proyectos secuenciales que completaran corredores de grandes extensiones y complejidad de obras.
- Un nuevo enfoque de soporte contractual: tanto el gran tamaño, como tener corredores de largo recorrido, generó la necesidad de tener esquemas financieros con mayor soporte del Gobierno en la forma de garantías de tráfico y aportes directos del gobierno, todo esto condicionado al avance y ejecución de obras.
“En este momento estamos llegando al punto donde la mayor parte de los proyectos de 4G están llegando al final de sus periodos de construcción”, dijo Ramírez.
Y anotó que este es un éxito que se entiende no solo a la luz del mejoramiento de vías, sino de la superación de los retos que ha enfrentado el sector a lo largo de su historia.
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De hecho, entre 2021 y 2023 se entregará un conjunto de proyectos que reforzarán la capacidad de transporte nacional y sientan las bases de un crecimiento futuro para el país.
Eso sí, el Vicepresidente de Inversiones de Corficolombiana fue enfático en decir que, hacia adelante, sobre los proyectos de 4G queda una fase que no es tan publicitada, pero es igual de importante.
Se trata de la etapa de operación y mantenimiento, que es cuando las obras culminan y comienza el plazo para que los concesionarios mantengan a punto la vía.
En esta fase será determinante, entre otras, la implementación de esquemas como el recaudo electrónico de peajes, que permitirá seguir mejorando la calidad de vida y reduciendo los costos de transporte hacia el futuro.
