En los próximos días, la Aeronáutica Civil pondrá en marcha un Proyecto Piloto para el Control Remoto del Tráfico Aéreo a través de Torres Digitales equipadas con equipos de última tecnología.
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Este desarrollo le permitirá a la entidad gestionar aterrizajes y despegues de aeronaves en aeropuertos de difícil acceso y logística que enfrenten alguna emergencia, como ocurrió en San Andrés y Providencia tras el paso del Huracán IOTA, o que tengan un bajo número de operaciones aéreas, en los cuales se optimizaría Control de Tráfico Aéreo (ATC, por sus siglas en inglés).
Este piloto, que se desarrollará inicialmente en el Aeropuerto Camilo Daza de Cúcuta y luego será llevado a aeropuertos no controlados de la Regional Norte de Santander de la Aerocivil, funcionará mediante equipos y cámaras de alta definición, en los cuales se invirtieron 280 millones de pesos.
Se trata del resultado de un trabajo adelantado por la entidad con el objetivo de implementar nueva tecnología para la gestión del tránsito aéreo, que apoye los servicios de navegación aérea en Colombia. Todo esto de acuerdo con la Reglamentación establecida por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y entidades como la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA).
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El proyecto es liderado por la Secretaría de Sistemas Operacionales, la Dirección de Telecomunicaciones y la Regional Norte de Santander. Es el resultado de una serie de seminarios adelantados con el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) y las diferentes notas de estudio de la OACI, especialmente las producidas en la 13ª Conferencia Mundial de Navegación Aérea, en particular el documento sobre el uso de las Torres Digitales.
Una Torre Remota es un sistema de visualización en tiempo real, que le ayuda al controlador de tránsito aéreo a mantener una vigilancia continua con las operaciones aéreas en el área de maniobras de un aeródromo, según explican ingenieros de la Aeronáutica Civil, con el apoyo del proyecto SINEA (Sistema Nacional del Espacio Aéreo).
Esto se logra utilizando un conjunto de cámaras de alta definición y salida de video con resolución de mínimo 1080 pixeles y 25 tramas por segundo, que permite gestionar el aterrizaje y despegue de las aeronaves en condiciones de alta seguridad operacional en aeropuertos que hasta hoy no cuentan con la prestación de servicios de control, o que enfrentan una situación de emergencia, como ocurrió recientemente en la isla de Providencia luego del paso del Huracán IOTA.
