Álvaro Villasante, vicepresidente de Gestión de Negocios e Innovación del Grupo Energía Bogotá (GEB), describió cómo la energía y la sostenibilidad encajan en la actualidad con todos los retos y metas que rodean al sector.
“Hoy en día, el sector energético creo que es más consiente que nunca de la responsabilidad histórica que tiene en su transformación. Para enfrentar un problema hay que analizarlo y yo creo que todos somos conscientes de que el desarrollo energético de nuestra sociedad, en los últimos 200 años, se ha basado mucho en el impacto en el planeta”, afirmó Villasante.
Relató que, para los próximos años, se quiere todo lo contrario: un sector energético que transforme, que mejore la calidad de vida y que, evidentemente, se base en una senda clara de descarbonización.
Es por eso que el Grupo Energía Bogotá (GEB), para cumplir con su propósito superior de mejorar vidas con energía sostenible y competitiva, junto con sus filiales Enlaza y TGI (Transportadora de Gas Internacional), han llevado a cabo, entre otras iniciativas, la construcción de 29 aulas solares interactivas en su programa ‘Energía para Aprender’.
Este programa hace parte del portafolio de proyectos de Valor Compartido de la compañía.
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La iniciativa, apoyada también por el Ministerio de Educación, contribuye al cierre de brechas sociales en materia educativa en zonas rurales de los departamentos de Antioquia, Boyacá, Caldas, Cundinamarca, La Guajira, Meta, Tolima, Risaralda, Cesar, Huila y Valle del Cauca, en donde Enlaza y TGI están presentes con sus proyectos de transmisión de energía eléctrica y de transporte de gas natural.
¿Qué es un aula solar?
Un aula solar interactiva, informa el GEB, es un espacio diseñado para garantizar condiciones óptimas en el aprendizaje de niños, niñas, adolescentes y la comunidad general en el área de influencia de los proyectos que ejecuta la compañía en el territorio, equipadas con mesas digitales, tablero inteligente, ayudas lúdicas en 3D, acceso a internet.
Además de mobiliario, video beam, lentes de realidad virtual o simulada y sistemas de sonido y tabletas digitales, entre otras facilidades.
Estos espacios ‘ecoamigables’ cuentan con un sistema de energía alimentado por paneles solares que le dan una autonomía de 24 horas e independencia eléctrica.
Además, los estudiantes y docentes en estas instalaciones tienen acceso a más de 800 contenidos interactivos contemplados en el pensum académico oficial.
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Con este proyecto, que ya ha beneficiado a más de 300 docentes y 6.700 estudiantes en todo el territorio nacional, el Grupo Energía Bogotá espera contribuir al cierre de brechas sociales a través de herramientas pedagógicas, tecnológicas y acompañamiento para acercar el conocimiento a los lugares de Colombia en donde históricamente ha existido desigualdad y violencia.
Fredy Zuleta Dávila, gerente general de Enlaza -empresa de transmisión de energía del GEB-, precisó: “reconocemos a las aulas solares interactivas como un detonador clave para el desarrollo individual, familiar y colectivo, que incrementa la calidad de vida para combatir la pobreza y la desigualdad”.
Además, para el directivo, esta iniciativa favorece la inclusión social y el progreso de las comunidades, que es uno de los objetivos esenciales del GEB y una de las partes más importantes del retorno de la inversión en sus proyectos de transmisión y activos en operación.
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Hay que decir que las aulas solares interactivas se convierten en una propuesta de cambio y una apuesta para mejorar la calidad de vida de las comunidades en el área de influencia de los proyectos que el Grupo Energía Bogotá (GEB) desarrolla, considerando a la educación como un elemento transformador que hace parte de su Política de Sostenibilidad y que permite impulsar el progreso y bienestar en las regiones.
Finalmente, Eduardo Uribe, director de Sostenibilidad del GEB, aseguró que en la actualidad las empresas no solo deben generar rendimientos, sino trabajar de la mano con las comunidades, desde los proyectos, para generar desarrollo económico y mejor la calidad de vida.
Por eso, compañías como el GEB están contribuyendo a la transición energética y a los ecosistemas. “Eso es lo que la gente quiere y por eso nos evalúan. Hoy no podemos soñar en crecer si no hacemos las cosas bien, si no contribuimos al bienestar social y ambiental” en los territorios, finalizó Uribe.
