BanRep espera una “caída significativa” de la inflación en 2026, pese a aceleración que ha tenido este año

El gerente del emisor, Leonardo Villar, consideró que el crecimiento sostenido de la economía depende del IPC y evitar “descuadre” en finanzas públicas.

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Tras conocerse el crecimiento de la inflación en Colombia durante septiembre, la cual se ubicó en 5,18 %, por encima de lo que habían proyectado los analistas, el gerente general del Banco de la República, Leonardo Villar, se refirió a los retos para controlar la variación de precios.

Mencionó que este dato requiere análisis detallado, aunque afirmó que “en principio fue ligeramente superior a lo que esperaba el equipo técnico del Banco”, lo que genera preocupación.

Sin embargo, consideró que en 2026 se espera “una caída significativa de la inflación”, a pesar de que “este año el proceso ha sido más complejo de lo que hubiéramos deseado”, según dijo en una entrevista con El Tiempo.

“La perspectiva es que comience a bajar en los meses siguientes, aunque eso exige mantener una política monetaria relativamente restrictiva, como la que hemos venido aplicando”, resaltó.

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inflación en Colombia y arriendos en Colombia
Inflación en Colombia. Imagen: Valora Analitik

Aumento del salario mínimo y crecimiento económico

El gerente del emisor aclaró que, sin referirse a políticas salariales puntuales, “es claro que si el aumento del salario supera significativamente la suma de la inflación y la productividad, el proceso de reducción de la inflación se vuelve más difícil”.

Ese escenario podría llevar a que la política monetaria deba ser más restrictiva que en condiciones habituales de la economía, al tiempo que se refirió a los factores que impactan el crecimiento económico.

En su diálogo con El Tiempo se refirió puntualmente a dos de estos: “Por un lado, ganarle la batalla a la inflación y que lleguemos a la meta. Y, por otro lado, es fundamental evitar que el descuadre de las finanzas públicas continúe, porque ese descuadre obligaría a hacer ajustes muy costosos en términos de crecimiento económico en los próximos años”.

“En los últimos dos años, aunque el Banco de la República redujo su tasa de política en más de cuatro puntos porcentuales, el costo de la deuda pública aumentó, porque la mayor percepción de riesgo de los inversionistas ante el deterioro fiscal hizo que subieran las tasas de interés de los bonos de largo plazo emitidos por el gobierno”, indicó.

Como resultado, “cuando los inversionistas perciben mayor incertidumbre, exigen mayores márgenes de riesgo, lo que encarece el crédito para el Estado. En resumen, una política fiscal desequilibrada puede anular parte de los beneficios de una política monetaria más flexible”, dijo Leonardo Villar, gerente general del Banco de la República.

Leonardo Villar, gerente del Banco de la República
Leonardo Villar, gerente del Banco de la República. Foto: Confecámaras.

Manejo de deuda del gobierno e impacto de remesas

Sobre este primer punto, Villar dijo a El Tiempo que “el Gobierno ha hecho un manejo activo de la tesorería recientemente, con aspectos interesantes, aunque también con riesgos que deben manejarse con cuidado”.

Parte de esa gestión, de acuerdo con el gerente del banco central, “consiste en usar financiamiento de corto plazo para recomprar títulos de largo plazo que estaban desvalorizados debido al aumento del riesgo país. Esa estrategia puede resultar positiva, pero también implica riesgos que, según nos han explicado, el Gobierno está tratando de cubrir de la mejor manera posible”.

En relación con las remesas y su impacto en la economía del país, consideró que mantienen un comportamiento sólido, que se repite en la región.

Aunque advirtió que “no podemos depender de ellas indefinidamente. Es fundamental fortalecer las cuentas externas y lograr que las exportaciones crezcan a ritmos similares a las importaciones, ya que actualmente estas últimas avanzan con mucha más fuerza”.

Balance de Bre-B

En el caso del sistema de pagos inmediatos, que entró en operación el pasado 6 de octubre, ya se han registrado cerca de 8,3 millones de transacciones, que suman $1,3 billones. “El 93 % de esas operaciones fueron de montos menores a $500.000, lo que demuestra su utilidad para pagos cotidianos”.

De acuerdo con las cifras de Villar a El Tiempo, “el sistema cuenta con 86,5 millones de llaves registradas, pertenecientes a más de 32 millones de clientes, lo que permite una alta interoperabilidad. Naturalmente, la entrada masiva implica ajustes técnicos y de coordinación, pero los resultados iniciales confirman el éxito del proyecto”.